Como conocí a mi remordimiento (III)
Fecha: 27/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: vivipaz, Fuente: CuentoRelatos
... como que entonces iba a tener que acercarse a la barra a comprar chocolatinas.
Volvimos a reír y aquello lo interpreté como un "adelante". Se inició una conversación en la que salió a relucir que tenía novia pero que trabajaba a casi 1000 km de allí así que "se veían poco", dijo sonriendo y dejando entrever que follaba en contadas ocasiones. Reímos y le dije que yo estaba casada, obviamente habría visto mi anillo, pero que tenía la despensa llena de tabletas. Volvimos a reír y aunque lo deseaba, me pilló de improviso. Me dijo que no se podía creer que acostándome todos los días con mi pareja necesitase comprar tanto chocolate, porque le parecía que era una mujer atractiva. Nos quedamos en silencio... mirándonos. Pasaron unos segundos en los que no sabía cómo reaccionar. A través de las ventanas vi a Eva acercarse a la puerta y le dije que debíamos marcharnos ya.
El corazón se me salía del pecho. Se me había acelerado el pulso y ya ni pensaba en las dos visitas que quedaban.
Antes de entrar al coche, dije que tenía que volver un momento a la cafetería y aproveché para llamar a los clientes y excusarme porque no iba a poder pasar hoy. Al salir, les dije a los chicos que me habían llamado para cancelar la visita así que, siendo verano... podíamos hacer una excepción y acabar el día allí mismo, y que les acercaba a casa o les dejaba donde quisieran. Marcos me miraba y yo, nerviosa, solo trataba de encontrar la excusa para poder dejar a Eva primero y quedarme a solas con ...
... él. No hizo falta. Eva me pidió si la podía acercar a un centro comercial que estaba cerca porque iba a mirar unas cosas y luego ya le irían a recoger allí. Se me hizo la luz.
En lugar de dejarla en la puerta les comenté que iba a entrar en el parking subterráneo un momento porque tenía que pasar por un cajero a sacar dinero. Nos bajamos las dos. Le dije a Marcos que esperase en el coche, que no tardaba. Cuando vi a Eva alejarse, busqué el directorio tratando de encontrar un supermercado o una farmacia. Tenía intención de comprar preservativos... por si acaso, y mientras buscaba en la lista me asaltó el remordimiento, la sensación de culpa, de estar a punto de dar un salto al vacío sin vuelta atrás. Me asusté y decidí volver. Marcos seguía en el coche. Mientras me acercaba me asaltaba la duda sobre si había sido sólo una conversación picante de adultos, sin ninguna otra intención por su parte más allá de halagarme.
Entré en el coche, decidida a salir de allí, dejar a Marcos en algún sitio y volver a casa. Estaba a punto de abrocharme el cinturón cuando Marcos puso su mano en mi nuca, acercó mi cabeza hacia la suya y me besó, y yo no hice nada por impedirlo. Primero suavemente, hasta que mi lengua decidió explorar su boca y fue allí cuando el beso se hizo intenso, salvaje, y mientras agitábamos nuestras cabezas, tomó mi mano y la posó en su entrepierna. Estaba excitándose. Dejé escapar un leve gemido que se ahogó en su boca y aquello pareció espolearle aún más. Apretó mi ...