Amor y morbo con mi hermana. - Relatos Eróticos

Amor y morbo con mi hermana.

... desde los 15 años, y el vecino narco. En el calabozo los dos conversan durante horas y se aclara todo. Hubo un quiebre unos meses. Aunque sabía lo simbólico, siempre pensé que volverían, desde siempre se cortan y vuelven. Yo a ambos les conocí parejas, con mi amigo incluso llegamos a follar cada uno con una nena distinta. Mi hermana llevaba en las mañanas a su nuevo andante y antes del almuerzo o después, lo despachaba. Así pasaron 4 o 6 meses, no recuerdo y hicieron un viaje al extranjero juntos. Al volver al pais, se fueron a vivir juntos.

Creo que esos últimos 4 o 6 meses fueron importantes, porque fuimos más íntimos, como cuando éramos más pequeños, hablamos de lo que nos pasaba, emociones y también ahora sobre sexo, mucho sexo.

Fue en esos meses donde cruce un límite que sentí debía hacerlo, alguna veces salíamos juntos a fiestas, era pocas la verdad pero cuando ocurría podíamos dormir juntos en alguna cama en casa ajena. Yo sabía que abrazarnos era el limite que ella puso la última vez que quise bajar mi mano. Pero con alcohol uno es más imprudente o valiente, llego la noche, tomamos harto, de hecho me preocupe de que fuera así, tequila, cerveza, ron, etc. Al irnos a dormir, nos vamos siempre juntos, no faltaba el que intentaba acostarse con mi hermana, varias veces me pasó que había alguien, solo una vez vi a un chico tocando sus piernas. Y claro mi hermanita se dejaba. Lo saque, aunque no quisiera. En fin, ese día fuimos a dormir, y yo me acuesto en bóxer, ...

... noto que ella también se había sacado los pantalones. Uff el morbo empezaba a recorrer la sangre, me hago un cariño a mi pene para que reaccione y se ponga más duro aun, y luego lo dejo fuera del bóxer, me pongo de cucharita, mi verga entre sus nalgas y le abrazo. En vez de bajar comencé a subir, cariños suaves, hasta llegar a los sostenes, (había ya aprendido a desabrochar con una mano) entonces hago el moviento y perfecto, mi mano tiene margen. Sigo subiendo, siento su piel más blanda, y toco la aureola del pezon. Había llegado. Voy muy suave y sin movimientos bruscos y comienzo a acariciar en círculos, sin tocar el pezon.

Era increíble, yo muy duro, morboso soñando con poder poner mi pene en su vagina. Así estuvimos unos 5 a 10 minutos, cambio de pezon, humedecer con la lengua y volver. Ya estaba confiado, tocaba el pezon de vez en cuando. Lo sentía duro y parado. Ella estaba exitada, pensaba esa frase una y otra vez, ella está exitada.

Adrenalina a mil, igual que la primera vez que la vi desnuda, mi corazón a full y bombea sangre de forma intensa, la mente y emoción en el erotismo y el morbo, mi pene duro como una pierda. Decido bajar mi mano suave, quiero de forma sutil mover su ropa interior hacia un lado, bajo lento, suave, intentando evitar el tacto, llego al elástico. Lo tengo en mis manos pensé. Y poco a poco trato de mover lo. En ese tanto intentaba poner mi pene en tacto con su culito. Lo muevo un poco más. Todo desde la imaginación y un poco de experiencia, ...