El vecino Parte1 - Relatos Eróticos

El vecino Parte1

... repulsión, no es que yo tuviese demasiado, nunca había llevado barba y ya depilaba mis piernas así que accedí, incluso lo hice en mi rostro, no me arrepentía de ello

_Si fuera solo eso, tengo que hablar con este tío_

_Déjalo correr cariño, tal vez debamos pensar en mudarnos y ya, que le den morcilla_ dijo mi esposa

_De eso nada, tengo que llegar a un acuerdo con él, no puede ser que un tío nos joda la vida así como así_

_Martin, amor prométeme que no hablarás con él, me da miedo ese subnormal_

_Vale, te lo prometo_ dije

Pero una tarde en la que yo estaba para irme a mi sesión de ciclismo y Alex había iniciado su rutina de yoga, comenzaron los portazos otra vez.

BLUMM!! Sonaba la puerta en el piso de abajo. La verdad es que no sé qué hacía este tío, entraba y salía de su piso sin solución de continuidad.

_Déjalo, trata de no pensar en ello, bloquéalo de tu mente_ dijo ella

_Si claro_ dije yo- Alex llevaba unas calzas ajustadas de color negro que le marcaban las piernas y el culo de una manera más que sugerente y una camisola amplia, iba descalza y sin sujetador por los que sus pechos, danzaban libres y suavemente en la posición en la que estaba. Sonaba una tenue música de relajación.

Me incliné para besarla y desde arriba pude ver sus blancos senos, que delicia de visión, pensé en cancelar la sesión de ciclismo y quedarme con ella.

Subí al ascensor, me vi en el espejo con mis mallas de ciclista ajustadas al cuerpo, a punto de cumplir 31 años ...

... estaba bien, me cuidaba, nunca me había gustado ser un cachas, mis brazos eran tal vez demasiado delgados pero a Alex tampoco le gustaban los musculitos.

Sonó otro portazo, una ola de indignación me subió de los pies a la cabeza como un fuego, salí del ascensor y bajé por la escalera hasta el piso de mi vecino.

Llamé a la puerta, esta vez estaba realmente furioso.

Me abrió bruscamente, llevaba esta vez un chándal mugriento, las largas crenchas morenas al costado de la cabeza calva, por dios, que este esperpento estuviese atormentándonos era demasiado.

_Oye tío ¿se puede saber qué coño haces con la jodida puerta?_

_Has venido muy gallito colega ¿te ha mandado la buenorra de tu mujer?_ dijo esbozando apenas una sonrisa siniestra

_No hables de ella o…._ y me contuve, estuve a punto de decir “O te parto la cara”

_Muy bien coleguita, como todo un hombre_

Nos quedamos mirando

_Mira debemos llegar a un acuerdo de convivencia básico_ le dije

_Mira, disculpa por lo de tu esposa, es que está tan buena, joder, ese careto que tiene y encima esos melonazos Uff esa combinación tío y además rusa que ya sabes cómo son estas pavas_

_ ¿Si? ¿Cómo son?_ dije otra vez amoscado

_Me he follado varias rusas de estas, siempre pagando el menda eso sí, pero son tan calienta pollas y hasta a las putas les gusta la polla más que el comer_

_Como puedes ir así por la vida, xenófobo además, que las rusas esto y aquello, son personas como cualquiera, además que mi mujer ...