Papá me atormentó en el patio de servicio
Fecha: 14/03/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos
... El dolor que me causaban las pizas de madera que mordisqueaban mi piel y las ensartadas de verga que me brindaba mi padre mi hicieron entrar en éxtasis.
—¡Aaaahhhh! ¡Que rico papi! ¡Mmm! ¡Aaaahhhh! ¡Sí, siento muy rico así bebe! ¡Aaahhaaa! ¡Aaahhhhh! ¡Aaayyyyy! ¡Síííí! ¡Aaahhaaa! ¡Ay! ¡Que rico! ¡Sííí, papi así, que bien lo haces! —Le decía yo muy cachondamente.
Él continuó penetrándome violentamente, sacaba la verga de mi vagina para ensartarla en mi ano, alternando la penetración por cada orificio. Yo temblaba del placer, las piernas no me respondían y me costaba trabajo mantenerme de pie, lo único que me soportaba era el tendedero que ya estaba muy tenso por mi peso tirando de él.
Mi papi me siguió penetrando cambiando a cada minuto de orificio, mientras me pellizcaba los pezones y me lamía el cuello, me sentí tan amada y vulnerada al mismo tiempo. Él me jalaba del cabello hacia atrás y yo aventaba mis nalgas contra su verga, mi ano se quedaba abierto cada que Eduardo, sacaba su verga de mi ano, yo estaba muy dilatada y podía verse dentro de mi culo.
—¡Aaahhh! ¡Así papá! ¡Cógeme fuerte! ¡Aaahhhh! ¡Me duele mucho! ¡Aaauuuu! ¡Me lastimas mucho! ¡Aaahhhaaaa! ¡Así me gusta papi!
—Andas muy cachonda hoy preciosa, me gusta mucho como te quejas. —Me decía en el oído.
—¡Aayyy! ¡Sí, me duele muy rico! ¡Me arde! ¡Cógeme más papi! —Yo gozaba mucho esa mezcla de dolor y placer.
—Estás bien caliente de tu culo mi amor, apriétame la verga con tu ano. —Yo lo ...
... obedecía como su esclava.
—¡Te amo papi que rico me coges! ¡Aaaahhhh! ¡Sí hazme tu zorra! ¡destrózame el culo! ¡Aayyyy! ¿Así papi? ¿Te gusta cómo te aprieto la verga con mi ano? —Le pregunté con voz cachonda y sumisa.
—Sí preciosa ¡Así! Aprietas bien rico, siento que te estas comiendo mi verga con tu culo.
—¡Me duele mucho! ¡Me arde! ¡Aaahhhh! ¡Más rápido amor! ¡Más fuerte papi!
—Estas bien rica hija. Me gustas mucho princesa, que culo tan rico tienes. Estás bien caliente preciosa. —Me decía con la respiración agitada y poseído de lujuria.
—¡Ay papi que rico! ¡Así, me duele mucho! ¡Que rica verga mi cielo! ¡Desgárrame el culo! ¡Sí! ¡Así! ¡Cógeme más profundo papi!
La verga de mi papi me estaba destruyendo por dentro en cada embestida, el placer que recorría mi cuerpo me colmaba de dicha.
—¡Ay que rico papi! ¡Aaahhaaa! ¡Me encanta como me penetras papi! ¡Mmmm! ¡Ay que rico! ¡No te detengas! ¡Aaahhh! ¡Sigue así papá! ¡Cógeme, hazme tuya! ¡Házmelo fuerte papi! —Le dije, sintiendo mi vagina lubricada, mi ano dilatado y sensibilizado.
—Se ve que lo disfrutas mucho princesa, eres mi putita. —Me decía metiendo su lengua en mi oído y lamiéndome el cuello.
—Sí, papi. Soy tu putita. Siento muy rico, me quiero venir, ya falta poquito.
Eduardo, me penetró despiadadamente, como si quisiera lastimarme. El tendedero se sacudía por cada embestida. Mis senos saltaban expuestos al aire libre, con las pinzas mordisqueando mis pezones rositas y duros que, ya estaban muy ...