GINA: LA HISTORIA Primera parte - Relatos Eróticos

GINA: LA HISTORIA Primera parte

... hizo unas caricias en mis nalgas y me obligó a que le agarrara la verga por sobre el pantalón; pero como a mi no me caía bien ese muchacho, ni siquiera intente hacerlo que me cogiera, o mamarle la verga.

Cuando terminé la primaria, mis padres como premio, me mandaron de vacaciones al D.F. con un hermano de mi Mamá que era pastor de una Iglesia evangélica. Pero como a mí se me hacía muy aburrido, me fui con otro tío, hermano de mi Padre, que vivía por Coyoacán en una gran casa.

La primera noche que pasé ahí fue del todo normal, yo tenía mi cuarto y mi tío el suyo.

Al siguiente día me propuso que me fuera a su cuarto para ver la televisión y acompañarlo, pues dijo que se sentía un poco solo. Por mi cabeza no pasaba en ese momento ninguna idea de seducirlo, pues ¡cómo!, era mi tío, hermano de mi Padre.

Total que me fui con él a su cuarto y me sorprendió un poco verlo solo con los calzoncillos y camiseta. Me di cuenta que estaba tomando algún licor pues se notaba muy alegre. Yo, muy modosita, me senté en una silla a un lado de su cama, pero él me insistió que me sentara junto a él en la cama, obedientemente así lo hice y empezó a hacerme preguntas sobre si tenía novia, que si ya había besado a alguna muchacha, etc.; yo le contestaba sinceramente diciéndole que no, pues estaba muy chico, pero que a lo mejor mas adelante si me hacía alguna novia (¡mentirosa!). Como ya era tarde, le dije que ya me iba a ir a mi cuarto a dormir, pero él me retuvo diciéndome que me quedara ...

... ahí con él, para levantarnos juntos al otro día. Hasta ese momento seguía sin pensar en algún contacto sexual con él, así que me quité la ropa y quedé como él: en calzoncillos y camiseta.

Nos acostamos, apagó la luz y me dispuse a dormir. No pasaron sino unos minutos, cuando sentí su mano en mi cuerpo, a la altura de la cintura. Me imaginé que como estaba un poco tomado no se daba cuenta de lo que hacía, así que no intenté retirársela. Me sorprendió mas adelante cuando su mano bajo hasta mis nalgas y sentí que las acariciaba. Yo me quedé paralizada pues no sabía de que se trataba, pero como insistió en sus caricias, yo empecé a excitarme. Dándose él cuenta de esto, pues yo lejos de retirarme me acercaba más a su cuerpo, tomó el borde de mis calzoncillos y me los bajó.

Me tomó entonces con más fuerza de la cintura y me jaló hasta que mis nalgas quedaron pegadas a su verga, que ya estaba en completa erección. Yo ya estaba totalmente excitada y no me importaba de quien se tratara, pues al fin iba a sentir una verdadera verga penetrándome.

Dándome cuenta que si me intentaba meter la verga en seco me podía lastimar, me solté de su abrazo y se la empecé a mamar para que la saliva sirviera de lubricante. Esto desde luego, casi vuelve loco a mi tío, que me tomó de la cabeza e hizo que me la comiera toda. Por mi falta de práctica, ocasionó que casi vomitara, pues la tenía bastante grande y me llegaba hasta la garganta. Además que sentía asfixiarme, pues obstruía por completo ...