GINA: LA HISTORIA Primera parte - Relatos Eróticos

GINA: LA HISTORIA Primera parte

... mi respiración. Me soltó y así de lado, intentó penetrarme, pero como yo no estaba acostumbrada a esos tamaños, me hizo llorar y gritar del dolor. Dándose cuenta que así no me la podía meter, me puso boca abajo y untándome saliva en el culo, me la fue empujando poco a poco. Yo sentí que me iba a partir en dos, pero como era algo que yo deseaba desde hacia años, me aguanté como verdadera mujer, mordiendo la almohada para no gritar.

Al fin, entró toda. Yo me sentía terriblemente adolorida, pero él ya estaba desbocado y sin hacer caso de mis quejas, me cogía con verdadero frenesí. Después de unos minutos, mi culo se acostumbró al tremendo garrote de mi tío y empecé a sentir un goce increíble. ¡Al fin, un verdadero hombre me estaba cogiendo! Su verga se gozaba de mi virginidad y la sentía crecer aun más dentro de mí. Era en verdad el paraíso. La cogida se prolongó casi media hora, hasta que sentí como su semen se desbordaba de mi culo. Yo había sentido en algún momento un placentero cosquilleo en alguna parte de mi ser, pero no sabía a que se debía; pero cuando sentí su eyaculación potente y abundante, lo volví a sentir y entonces me di cuenta que era un orgasmo. Cuando estaba eyaculando, su verga palpitó y creció, lo que hizo que me la metiera aun más y más fuertemente.

Me sentí en esos momentos como una verdadera mujer, Quería que ese momento se prolongara para siempre. Cuando la verga de mi tío se empezó a salir de mi culo, instin-

tivamente la apreté con mi esfínter, ...

... lo que hizo que mi tío soltara otro chorro de mecos que se regaron en mis nalgas. Mi tío, entonces, embarró ese semen en toda mi espalda y nalgas, lo que me hizo sentir muy sensual.

Al pasar este éxtasis lujurioso, me quedé pensando en lo que habíamos hecho, y no sabía que decir o hacer: ¿me descaraba completamente?, o ¿haciéndome la ofendida agarraba mis calzones y me iba? Como esta segunda opción no tenía caso, y la primera me parecía muy cínica, dejé que las cosas tomaran un camino natural. Para esto, mi tío se había quedado dormido y me pareció mejor quedarme a ver que pasaba. Yo también me dormí y cuando desperté, una sensación extraña se apoderó de mí. Recordé de golpe lo que había pasado y me sentí avergonzada. Yo estaba de lado, dándole la espalda a mi tío, y creí que lo que sentía era el producto de la metida de verga que me había dado, pero cuál sería mi sorpresa cuando la "sensación" comenzó a moverse. Era mi tío que estaba con su verga bien afianzada dentro de mi culo. Quise decir algo, pero mi tío me tapó la boca y me besó tiernamente el cuello. Dándome cuenta de que ya era innecesaria

cualquier explicación, me dejé llevar por el gozo. Demás está decir que en todo el día no salimos de la cama más que para ir al baño y a la cocina por unos bocadillos, pues mi tío era un verdadero semental, para satisfacción mía.

Al otro día, ya más tranquilos, me dijo que si quería quedarme a vivir con él, deseaba que me vistiera de mujercita, pues no estaba acostumbrado ...