La Feria Medieval - El Museo 2 - Relatos Eróticos

La Feria Medieval - El Museo 2

... dentro de una estrecha jaula, que la obliga a mantenerse de pies, con sus tetas anilladas expuesta por fuera de los barrotes para que cualquiera pueda tocarlas y con su coño empalado en un consolador poste clavado en el suelo y rematado por una polla de metal. Cada dos horas será sacada de la jaula y subastada entre los asistentes, que podrán follársela durante una hora, así durante todo el día hasta el cierre de la Feria.

Denise permanece encerrada en la misma celda en que la dejamos en el museo y donde Mike la encontró, siendo la primera de nosotras a la que se folló, aunque en aquel momento para él no fuese más que una esclava encapuchada. Denise todavía permanece con su cabeza cubierta por una capucha, aunque ya no lleva la mordaza de anillo de aquella primera vez, ya no la necesita, es una zorra ansiosa por tener una polla en su boca a través de los barrotes de la celda. Además por apenas tres monedas de oro (el equivalente en monedas de la feria a veinte dólares), cualquiera puede entrar en la celda y follársela durante quince minutos.

Theresa se encuentra en un puesto de cría, aunque es algo diferente al del museo, está formado por tan solo un poste de madera sobre el que se encuentra apoyado su cuerpo doblado por la cintura, sus piernas abiertas están sujetas al suelo al igual que su collar impidiéndola cualquier movimiento, a su lado dos hucows con sus grandes tetas se encuentran atadas de la misma manera dándole una visión del futuro que la espera en cuanto ...

... quede preñada por primera vez.

En una de las dos docenas de picotas repartidas por el edificio está sujeta Alice, asumiendo completamente su papel de juguete para los hombres, continuamente excitada y cachonda sin poder esperar a tener una polla en su coño, su culo o su boca.

Tanto Alice como Theresa son esclavas de uso libre, y durante estas primeras horas con tan pocas esclavas disponibles, estoy segura de que van a ser folladas muy a menudo.

Tardo en encontrar a Lorena, formando parte de la decoración del edificio, colgando de una de las paredes como si fuese un trofeo de caza, con su coño empalado en un falo hecho de cera que va ardiendo lentamente desde la base, al mismo ritmo que arden las dos velas que colocadas sobre sus pechos dejan caer cera caliente sobre todo su cuerpo.

Las puertas se abren dejando paso a los asistentes a la Feria, deseosos de disfrutar del nuevo espectáculo. Durante unos segundos me centro en Theresa y Alice, viendo cómo se forman colas para follárselas, aunque enseguida comienzo a observar a las chicas que han entrado, buscando objetivos.

No tardo en encontrar el primero de ellos, una morena bajita pero con un cuerpo delgado y bien proporcionado, con unas gafas metálicas que le dan un aspecto de empollona. Se la ve nerviosa, mirando hacia todos los lados, evitando el contacto con los chicos, acercándose finalmente a la celda donde Denise está chupando varias pollas entre los barrotes de la celda.

Antes de acercarme a la joven me ...