JUANCITO, MI NIETO – CAPÍTULO 4.
Fecha: 24/03/2025,
Categorías:
Gays
Hetero
Incesto
Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30
... mí.
La dejé hacer, me corrí hacia el centro de la cama yGraciela reptó hasta arrodillarse con las piernas a los costados de mi pelvis y se sentó sobre el tronco mojándolo todo con sus jugos, luego acomodó el glande con una de sus manos y se penetró despacio, mi consuegra estaba totalmente desatada, gemía y se quejaba por el grosor, pero ayudada por su propia lubricación no se detenía, se agarraba las tetas y me las ofrecía arqueando el cuerpo, las besé, las lamí y apreté sus pezones con las yemas de mis dedos haciendo que gritara y temblara por el orgasmo que la asaltó.
Salí despacio de ella, le puse las almohadas debajo del vientre y su hermoso culo quedó ante mis ojos como esperando por la profanación a la que sería sometido a la brevedad, pero antes, lo vi tan duro y parado que ameritó que metiera mi cara entre las dos nalgas que abrí con mis manos.Graciela se estremeció y gimió alto cuando la lengua jugó con su asterisco y trató de entrar, pero se fue aflojando para permitir que me moviera a mi placer con su gustito agridulce,“no pensé que lo pediría, entrá, metémela en el culo, rompé si tenés que romper, no me tengas piedad”, -exigió en voz alta-. No me apuré, aunque verdaderamente estaba para romperla, tomé los sobres de lubricante y dilaté de a poco usando, con paciencia, hasta tres dedos. Entraba, salía y hacía girar mis dedos para estirar un poco su esfínter mientras la suegra de mi hija se retorcía y movía las caderas un tanto descontroladamente.“Por ...
... favor,Roberto, estoy desesperada”, -dijo y me ubiqué con el glande en su asterisco suficientemente dilatado para recibirme.
Su culo era un encanto y penetrarlo fue un“bocatto di Cardinali”, claro que todo anduvo más o menos bien hasta el largo de mis dedos dilatadores, después fue otro cantar. Mi largo y grosor se hacían sentir al horadar su conducto y abrir sus carnes,Graciela comenzó con un“ayyy” que trató de disimular mordiendo las sábanas, pero cuando llegué al fondo de sus tripas y mi pelvis se pegó a sus nalgas, su desesperación era incontenible,“sacala, por DiosRoberto, no la aguanto, es enorme, Dios, Dios, Dios, que dolor”, -gritaba tratando de sacarme de encima de su cuerpo-. Ni loco me iba a retirar de allí, aunque fui amable con ella y me quedé quieto instalado en lo más profundo, hasta que, de a poco, se fue calmando, su culo se fue adaptando o supo que el esfuerzo de aguantar era necesario. El caso es que, luego de un pequeño rato, comenzó a mover sus caderas con timidez, pero como notó que su conducto se había adaptado al grosor incrementó sus movimientos hasta que me costó contener su cuerpo que se movía debajo del mío,“hijo de puta, tu verga me hizo conocer el Infierno, pero me gusta que mi macho se imponga, movete, movete y haceme gozar más”, -pidió desaforada-.
Yo no pensaba hacerme rogar e imprimí mi propio ritmo, fue con ganas y decisión saliendo en su totalidad y volviendo a entrar en un hueco totalmente dilatado.Graciela tuvo dos orgasmos casi violentos, el ...