Las obsesiones inconfesables de mi hijo (3) - Relatos Eróticos

Las obsesiones inconfesables de mi hijo (3)

... suegra se apercibió de ello y dijo acercando su mano a la de su nieto que estaba al lado:

- Cariño, tu madre me ha explicado el problema que tienes así que no debes sufrir pensando si me puedo enterar de ello, me ha contado el tratamiento a seguir y estoy seguro que todo va a dar el resultado esperado.

- ¡Abuela! ¡Mamá!- Luía primero miró a su abuela y luego desvió la mirada hacia mí, con un gesto en la mirada de enfado sobre qué es lo que le había contado a su abuela.

- Tranquilo cielo, somos familia y debemos ayudarnos en lo posible sin ocultarnos nada, bueno a tu padre quizá sí, porque no entendería nada – Carmen sonrió haciendo un gesto de negación con la mano.

Al día siguiente salí temprano pues debía hacer unas gestiones en el banco, dejando dormidos a mi suegra y mi hijo, en mi cabeza no dejaba de dar vueltas a la situación si ya de por sí era complicada, ahora con mi suegra en casa, por mucha explicación que le había dado no dejaba de pensar en cómo mi hijo podría seguir el tratamiento seguido por la doctora, una cosa era conmigo, pues ambos estábamos de una manera u otra involucrados en el tema y otra era con su abuela en casa por mucho que lo entendiera.

Después de pasarme por el supermercado regresé a casa, al entrar noté un leve murmullo que provenía de la habitación de mi suegra, dejé las cosas en la cocina y me acerqué a la puerta, oía a mi suegra hablar, casi diría que susurrando y apenas me era perceptible, pensé que podía estar hablando por ...

... teléfono y procedía a volver a la cocina, cuando percibí la voz de mi hijo, me paré y volví la cabeza pensando si era imaginación mía o era realmente su voz, volví a la puerta apoyando mi mano en el cerco de la misma y apoyando el oído sobre la puerta.

- ¿Qué te crees que no te he visto varias veces, mirándome, estando con el abuelo en la habitación?, soy tu abuela pero no por eso dejo de darme cuenta de las cosas- oí a Carmen a través de la puerta.

- Me gustaba verte, no lo podía evitar y al final acababa..pues imagina- respondía su nieto con una voz tímida.

- ¿Te corrías pensando en tu abuela cariño?- contestó mi suegra.

- Sí abuela, un día te vi masturbarte mientras el abuelo dormía y me toque tan rápido que me corrí en el pantalón.

Cerraba los ojos, ante lo que estaba oyendo, ya se lo había oído en la consulta pero lo volvía a ratificar ante su abuela.

- Pero no solo lo has hecho pensando en mí ¿verdad?- mi suegra quería sacar una confesión completa de mi hijo.

- He pensado en mamá, en mi hermana, en la tía Carmen....- seguía confesándose Luis.

- ¿No lo has hecho nunca con ninguna chica de tu edad?, me refiero a follar- mi suegra no podía ser más explícita.

- Los problemas de la fimosis me han cortado mucho a la hora de tener relaciones abuela y me han hecho perder confianza y he tenido magreos e intentonas con algunas chicas pero nunca lo he hecho por completo.

- Cariño estoy hay que arreglarlo – dijo Carmen que tras un breve silencio continuó ...