Konosuba: Dios bendiga las perversiones - 4 - Relatos Eróticos

Konosuba: Dios bendiga las perversiones - 4

... actividad un poco más divertida: con un concurso. Y la mejor forma que se le ocurrió fue hacer que todas sus esclavas se acomodaran en fila, desnudas y con las piernas bien abiertas, para luego empezar a masturbarse. La última en correrse sería la elegida para acompañarle en su viaje.

Por los siguientes minutos Kazuma se dedicó a observar la competición y dejar que no solo su vista se deleitara con la escena de esos núbiles y sudados cuerpos como se daban placer. Sus oídos gozaban con el sonido de charpeo de esos coños ardientes empapando el suelo con sus fluidos, mientras que su nariz disfrutaba con el aroma de mujer en celo de todas sus esclavas.

No se sorprendió mucho cuando vio que la primera en perder fue Aqua. Aún bajo control mental, la diosa del agua seguía siendo bruta como un ladrillo y al parecer había comprendido que la prueba era sobre quién se corría primero.

—¡Mire amo Kazuma! —gemía Aqua mientras su cadera se convulsionaba por el orgasmo—. ¡Soy una fuente humana! ¿No quiere llevarse a tal perra de diversión a su viaje?

Decía la pobre bruta creyendo que la que se corriera más rápido y fuerte sería la ganadora.

Las siguientes en caer fueron Megumin y Chris, la avatar de la diosa Eris. Al parecer su complexión delgada hacía que tuvieran menos resistencia a contener sus propias ansias de correrse y por tal motivo, tuvieron un orgasmo a los pocos minutos de que Aqua había terminado con el suyo.

Al final, solo quedaron las más voluptuosas del ...

... harem de Kazuma, quienes hacían todo lo posible por demostrarle a Kazuma que eran las más dignas de acompañarlo a su viaje, no solo con sus actos, sino también con sus palabras:

—¡Mire amo Kazuma! —decía Wiz metiendo sus dedos a lo más profundo de su cueva—. ¡Yo soy la más puta de sus esclavas!

—¡No digas estupideces! —gimió Yunyun pellizcando sus pezones al tiempo que se masturbaba—. ¡No eres nada más que una vaca gorda, en cambio yo, soy perfecta para complacer al amo durante el viaje!

—Digan todo lo que quieran —decía Darkness mientras masturbaba no solo su coño, sino también su ano—. ¡Pero el amo Kazuma sabe que yo no solo soy la más puta, sino que además, la que puede resistir mejor cualquier acto degradante que quiera hacer!

Y al final, tal vez no tanto para sorpresa del muchacho, la ganadora fue Darkness. Aunque Kazuma no podía decir a cierta ciencia si la aplastante victoria de la rubia se debía a que a ser básicamente el tanque del equipo tenía una resistencia que sobrepasaba la media humana… o porque sus tendencias masoquistas le hicieron aguantar el dolor que era soportar un orgasmo hasta sus últimas consecuencias.

Fuera cual fuera la razón, la situación estaba decidida: Darkness sería quien acompañaría a Kazuma a su viaje para conseguir al nuevo miembro de su harem. Así que hizo los últimos preparativos, le ladró unas órdenes de último momento a sus esclavas para que se hicieran cargo de todo mientras él y Darkness no estaban y tras pedir una carroza de ...