Trío con mi esposo y el caleño - Relatos Eróticos

Trío con mi esposo y el caleño

... daño, sin importar que mi esposo acababa de sacar su verga de ese orificio.

Mi esposo gozaba taladrando mi boca viendo que su verga llegaba a lo profundo de mi garganta, me cansé, pegué ese grito, me levanté y me agarré del sillón, ofrecí mis nalgas al caleño quien no dudó en metérmela inmediatamente, comenzó su mete y saca con frenesí, lo sacó y disparó su leche sobre mi espalda, un chorro de semen caliente alcanzó mi nuca y costillas, mientras un gruñido de placer escapaba de su garganta,

Entró mi esposo a taladrar mi vagina, mete y saca con fuerza, cuando sentí que estaba como cansado por haber bajado la velocidad, me agaché a mamárselo con velocidad mientras apretaba sus huevas, pronto su leche llenó mi boca, me la tragaba sin dejar escapar ni una sola gota hasta que ya no salió más y sentí que mi esposo quedó satisfecho.

Me incorporé, ya el caleño estaba sentado, escurrido en la silla con un vaso de whisky y una sonrisa de placer, su verga colgaba como dormida entre sus piernas, le di un beso en la boca a mi esposo, un abrazo y unas gracias mi amor, me siento genial, te amo mi vida, le decía mientras me agarraba de su nuca para besarlo, consentirlo y mostrar agradecimiento y cariño.

Me fui a la ducha para quitar el semen de mi espalda que se había secado y tiraba de mi piel, cuando regresé nuevamente a la sala vestida con una pijama de pantaloneta muy corta, mi esposo y el caleño ya estaban vestidos nuevamente y charlaban amenamente como dos grandes amigos, ...

... ambos me recibieron con un beso en la boca y mi esposo me encimó una nalgada un tanto fuerte.

Seguimos bebiendo licor, ellos seguían con su agua con viagra para la sed y bajar un poco el alcohol del trago.

Me senté en las piernas de mi esposo dando la cara al caleño, mi esposo acariciaba mi cabello y mi espalda a veces masajeaba mis piernas, de lo ocurrido momentos antes nadie decía nada, ni una sola palabra, no sé qué horas serían, mis machos estaban ebrios los dos, el caleño se estaba despidiendo para salir de la casa, mi esposo le dijo: no mi hermano, te quedas esta noche y nos acompañas, mañana te vas en el día, vamos todos a la cama.

Los agarré a cada uno de la mano y llegamos a nuestra cama matrimonial, el caleño estaba dudoso de todo, aún no asimilaba del todo lo que estaba ocurriendo, me le colgué al cuello, lo besé en la boca, después lo abracé por la cintura y le die, tranquilo, esta es mi noche, mi primera vez con dos hombres al tiempo (cuan lejos de la verdad), ayúdame a cumplir mi fantasía ya ves que mi esposo está de acuerdo.

Mi esposo bajó mi pantaloneta de pijama que tenía puesta y arrancó mi blusa que hacía juego con la pantaloneta, quedé totalmente desnuda nuevamente, por ese acto lo abracé y besé con pasión, el caleño acariciaba mis nalgas y apretaba suavemente, uno de sus dedos hurgaba entre mis labios vaginales, por momentos lo hacía frotar en la puerta de mi culito, sin que yo pusiera resistencia, por mí tenía toda la aprobación.

Ayudé a ...