1. Compartiendo a su hija. Continuación


    Fecha: 07/04/2025, Categorías: Incesto Intercambios Sexo con Maduras Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... chicas, solo les pregunté cómo se llamaban y a donde iban a ir:
    
    —¡Na! Vamos a ir al Centro Comercial para tomarnos algo allí.
    
    —Pues tener cuidado con la bebida, ya sabes, Lourdes…., no bebas alcohol.
    
    —Que sí, tía, no te preocupes.
    
    Mi marido no les quitaba ojo, aunque no dijo una palabra hasta que se fueron, cuando le dije:
    
    —¡Queee….! Eran guapas, ¿no?
    
    —¡Buufffff! Están tremendas, madre mía….
    
    Se hacía tarde y como Lourdes no acababa de llegar, nos preocupamos un poco, pero finalmente acabó llegando y no en muy buenas condiciones:
    
    —¿Por qué llegas tan tarde, Lourdes?
    
    —¡Bah! Es que me liaron….
    
    —¿Te liaron o te liaste tú? Me parece que has bebido demasiado, mira que te dije que no bebieras. Anda, vamos a la cama, que te ayudo a ponerte el pijama.
    
    Ayudada por mi marido, la llevamos a la habitación y le quitamos la ropa para ponerle el pijama, sin importarme que él estuviera allí ni ella dijo nada tampoco, porque ya la había visto desnuda en la playa y cuando solo le faltaban las braguitas, le pregunté:
    
    —¿Te las quitas también?
    
    —Sí, que las tengo mojadas.
    
    Yo tiré de ellas hacia abajo, dejando al descubierto su vagina totalmente rasurada, lo que le daba un aspecto más infantil, que mi marido se quedó mirando embelesado, por lo que yo le pregunté a Lourdes:
    
    —¿Te depilas el chocho? Si tendrás pocos pelitos todavía.
    
    —Sí, todas nos lo hacemos, a los chicos les gusta así.
    
    —¿Pero es que te lo ven muchos chicos?
    
    —¡Jo, tía! Ya te dije ...
    ... que no era virgen.
    
    —Sí, es verdad, pero no me hago a la idea de que folles ya con tantos chicos.
    
    —Tampoco son tantos, solo con algún amigo que me gusta, y si surge algo….
    
    —Ya, y ¿hoy surgió algo?
    
    —¡Na! Se la chupé a uno solo, bueno, a dos, jaja.
    
    —¿Y tus amigas también?
    
    —Claro, van a los baños de allí a chupar pollas y a follar si quieren.
    
    —¡Madre mía! ¿A chicos de vuestra edad?
    
    —Sí, y alguno mayor también.
    
    —¿Mayor? ¿Cómo tu tío?
    
    —No, jaja, de 16 o así.
    
    —¿Y todo eso después de emborracharos, no?
    
    —Eso ayuda a las que empiezan; los chicos siempre nos dan para que lo hagamos, pero a mí me gusta hacerlo igual.
    
    —Y las que empiezan ¿qué edad tienen?
    
    —En mi pueblo, con 11 o 12, algunas, pero aquí estaba la hermana pequeña de una, que tenía 10.
    
    —¡Ay, por Dios! Y sus padres me imagino que sin saber nada.
    
    —Pero es que ella también quería meterse en el baño con los chicos, ¡eh!
    
    —Ya, claro, menudas enseñanzas que le da la hermana. La verá a ella chupar pollas y también querrá, claro.
    
    —Jaja, pues sí.
    
    Mi marido estaba en la habitación escuchando atentamente nuestra conversación, por lo que se decidió a intervenir:
    
    —¿Y no se meten viejos también para que se la chupéis?
    
    —¡Oye! ¿Cómo le dices eso a la cría? —Le recriminé yo.
    
    Aunque Lourdes le contestó igual:
    
    —No, porque se cortan al estar allí tanta gente en los baños. ¿A ti te gustaría, tío?
    
    Mi marido se quedó pensando la respuesta, pero al final lo reconoció:
    
    —Sí, la ...
«1...345...9»