Mi lugar en la familia: A los pies de mi cama
Fecha: 08/04/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Punkycaliente, Fuente: CuentoRelatos
... de salir, ni de hacer nada.
Y francamente, los amigos de mi padre nos fallaron cuando más se le necesitaba y los de mi madre, le ponían nervioso a mi padre por las continuas menciones a lo buena que era. En fin, una depresión de caballo que no tenía fin. Mi padre encerrado en su casa y los dos hermanos en dos pisos aparte… pero comiendo de lo que nos da la empresa, que estaba yendo mal por la mala atención, tanto es así que tuvimos que vender un piso a finales de verano. Teniendo que mudarme a la casa de mi padre. Lo que facilito que cayera en sus redes. Todo hay que decirlo.
Fueron unos meses muy duros, sin ganas apenas de hacer nada… También tuve el escarceo con mi hermano, que me hizo comerme la cabeza durante mucho tiempo. Aunque ahora me da gracia que actuase así, ya que luego digamos que hemos llegado a un acuerdo para rascarnos las cosquillas. Pero eso en otro momento.
Ya que desde hace tres semanas he aceptado mi papel en la familia, como la mujer de mi padre. No solo como ya imagináis en la cama, sino románticamente hablando. Y ha aceptado que su princesa también le gusta ser un poco salvaje, como han comprobado los invitados que hemos tenido esta navidad. Ahora me he convertido en el desahogo de mis otros familiares.
Por supuesto, ha sido un largo camino hasta que he llegado a esta conclusión. Pidiendo consejo con muchos llamándome loca, comidas de cabeza diciéndome que todo era mi culpa, nervios por posibles embarazos, pero también sintiéndome mejor que ...
... nunca con alguien (además de conmigo misma) y con mucho sexo guarro.
La cosa es que termine atendiendo a mi padre junto a mi hermano, o sea, iba a prepararle la comida cuando me tocaba el turno, obligarle a salir de la cama, limpiar la casa, hablar con él para distraerle, ver alguna película de las que le gustan o jugar algún juego de mesa junto con intentos de que volviera al trabajo con poco resultado al principio.
Entonces paso lo de mi hermano y empecé a ser consciente de que mis familiares no eran solo eso… sino hombres. Por lo que empecé a rallarme la cabeza. Y note que había signos de que se estaba empezando a comportar de forma digamos muy cariñosa. Abrazos muy largos, piropos cuando antes le costaba decirme alguna cosa bonita, cogerme de la cintura y similares.
Aunque claro… ese tiempo era pleno verano y no soy de las que van muy tapaditas precisamente. Por lo que muchas veces iba a ver a mi padre tras ponerme lo primero que pillaba y la mayoría de mi ropa, digamos que permiten ver gran parte de mi persona. También se juntó que estaba yo en una época con una cachondez de aupa, por lo que a veces me masturbaba en su baño, cuando iba a visitarle o en la habitación que tengo en esa casa de cuando vivía allí, cuando nos turnábamos para dormirnos cuando paso una época bien jodida (gracias al psiquiatra y al trabajo de la psicóloga, se centró un poco).
Por mucho tiempo creí que no se enteraba de mis pequeñas guarradas, por lo que yo tan contenta desahogándome, ...