Confesiones 3: La roomie
Fecha: 12/04/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: Kurosko, Fuente: CuentoRelatos
... otro sitio, luego a otro… así hasta que nos dieron las 4 y nos negaron la entrada al cuarto lugar al que íbamos a ir. Ni siquiera nos quedábamos más de media hora, ningún lugar le parecía a la cumpleañera. Eso sí, se la pasó anunciando que era la festejada y se tomaba cuanto trago de cumpleaños le ofrecían y yo, por la vergüenza de irnos sin pedir nada más, les dejaba propinas a los meseros antes de salir, hubiera sido mejor comprar una botella y ponernos pedos en mi cantón, pensé.
Su meta era ponerse peda y lo logró. Era muy tarde y se me hizo peligroso que la roomie se fuera sola a casa, así que los tres fuimos a mi sitio. Para entonces, ya se nos había bajado nosotros dos y me tocó cargar a mi novia en la espalda mientras subíamos las escaleras. No tuve corazón para mandar a dormir a la otra al sillón, así que le dije que le tocaría dormir junto a ella en la cama.
—Eso sí. Nada de manoseos, ¿eh? —le dije en broma.
Al día siguiente, la bella durmiente amaneció con cruda y fuimos a curarla mientras la roomie aún roncaba. Una vez reanimada, me confesó que se espantó de verla junto a ella y yo le dije lo que le había dicho antes de dejar la puerta del cuarto abierta (por si las dudas) y nos reímos. Regresamos con tacos para la susodicha y después de una charla amena, se fueron juntas a la casa temprano.
Yo había planeado un finde para coger a gusto y se lo hice saber por mensaje. Ella dijo que también se había quedado con ganas y le dije que pasaría por ella en la ...
... noche, pero me dijo que esperara al martes, estaba en temporada de exámenes y tenía que reponerse de la cruda todavía.
El día llegó y le avisé que me esperara afuera de su casa, pero ella me dijo que se le había hecho tarde y que mejor nos viéramos en un motel que a mí me quedaba bastante cerca, lo cual se me hacía muy raro. A la hora señalada, me presenté y di el número de cuarto, me dieron acceso y estacioné el carro solo, era raro. Abrí la puerta y ella estaba usando lencería negra, el cuarto tenía muchos espejos en el techo y las paredes. Empezó a sonar música en las bocinas de la habitación, vinculadas a su celular y entonces se hincó sobre la cama y me extendió los brazos.
Aquello era una sorpresa para mí, nunca habíamos hecho nada similar y mientras besaba su cuello y hombros, ella me susurró que esa noche le daría su regalo de cumpleaños. Bajé por su barriguita y me recibió una tela transparente con abertura en la zona a donde mi lengua fue a parar. Me puse sus piernas sobre los hombros y le comí la cuca como acostumbraba. Unas manos se posaron en mis hombros y casi me da un infarto del susto.
Vi la piel pálida, las piernas delgadas, lencería roja a juego con el cabello largo… y su cara sonrojada. No podía creérmelo, ella me hizo a un lado con gentileza y en un parpadeo, ocupó mi lugar entre las piernas de mi novia. Ella se mordía el labio y me lanzó una mirada pícara mientras me pedía sentarme a su lado. Sacó mi verga, que estaba ya dura y empezó un sube y ...