Secretos de Padre e Hijos 5 - Relatos Eróticos

Secretos de Padre e Hijos 5

... verga dejándosela completamente limpia, fingí no estar feliz por lo ocurrido pero en realidad era todo lo contrario, deseaba tenerlo y mamárselo hasta que se viniera una vez más, pero cuando terminé de limpiársela, me tomó del brazo y me ordenó que saliera de su casa, me acomodé mi ropa y corrí a la puerta, aún fingiendo que lo que quería era salir de ahí, pero antes de salir me gritó; eh puta, cuando quieras que te viole una buena verga ya sabes dónde buscar, a la verga ya lárgate pinche puta ofrecida.

Corrí a casa con una sonrisa de oreja a oreja, pensando el volver a repetirlo, con ese tipo que me trató de esa manera, pero había algo que me encantó de él, esa manera de tratarme, a pesar de ser salvaje fue, tierno al meterme su verga, llegué a casa y al ver a papá recordé a lo que me mando papá, mi padre me vio y me dijo; Memo, si te mandé porque no me podía comunicar con tu tío, y tu nada de noticias, por fortuna ya me comuniqué con tu tío, y tu apenas te apareces, vaya mandadero.

Me hice el regañado y me metí a la habitación para recordar la “violación” que me dio David. Al día siguiente papá fue a hablar con el tío Miguel, pues ya estaba a dos días de marcharse, y quería que me quedara con algún pariente, para que no me quedara con mamá, cuando papá regresó, me dijo que el tío Miguel aceptó gustoso que yo me quedara esa semana con él, papá me encargó que me portara bien y evitara problemas, entre otros ...

... encargos, una noche antes de que papá se marchara, le di la despedida.

Cuando llegué a la casa de tío Miguel, me recibió gustoso, me dio un fuerte abrazo, yo fingí estar contento por quedarme en su casa, lo que en realidad hacía era vigilar a mi hermano, pues me sentía celoso, mi padre se despidió de los dos y luego el tío me mostró donde me quedaría a dormir, siempre amable y sonriente, feliz de tenerme en su casa, más no sé si solo fingía o era en verdad lo que sentía al tenerme en su casa, el día paso bastante normal, sin nada que resaltar, compartiendo todo el tiempo con el tío Miguel y su hijo Mario, que se mostraba feliz de tener visita en casa.

Por la tarde llegó el primo Fernando a visitar a nuestro tío, pero al verme ahí solo estuvimos platicando un rato, luego se fue, luego nos quedamos el tío Miguel, Mario su hijo y yo, en la sala viendo un programa de tv en silencio, hasta que Mario dijo que estaba cansado y se iría a dormir, en ese momento me llamó mi hermano por teléfono para, preguntarme como la estaba pasando en mi primer día, me alejé de nuestro tío y empecé a llorar, no me sentía a gusto, pensé que había tomado la peor decisión de mi vida.

Mi hermano me trató de calmar y me dijo que tratara de entender y que hablara con nuestro tío, para que se me pasara y así me adaptará a ese cambio, al final solo sería por unos días, me calmé y luego regresé a donde estaba el tío Miguel.

Continuará …………………….