1. El sueño de Marta 2


    Fecha: 15/04/2025, Categorías: Incesto Autor: ElFantasmaRojo, Fuente: TodoRelatos

    A la mañana siguiente, Martha despertó con el ruido de la lavadora en el cuarto contiguo. Tenía los pezones duros y durante la noche se había quitado el panty. Se pasó los dedos por la raja y se notó húmeda, casi empapada. Hacía años que no experimentaba una sensación de morbo como la de anoche, y aunque sabía que estaba terriblemente mal, quería más. El sexo anal no era nuevo para ella, y si bien lo había intentado con su marido durante el embarazo, la talla pequeña de Gilberto le había impedido disfrutarlo como se debía. La imagen del pene de su sobrino se había quedado grabada a fuego en su mente y se avergonzó al sentirse excitada. Quería también disfrutar de aquello, pero ¿cómo? Era demasiado recatada para insinuársele y no sabía cómo lo podían tomar.
    
    Durante el desayuno, Constanza y su hijo actuaban como si no pasara nada, aunque los descubrió un par de veces mirándose en complicidad. La voz de su hermana y los resoplidos de su sobrino le daban vueltas en la cabeza y sintió la necesidad de una ducha fría, por lo que terminando de comer se encerró en su habitación y metió a la regadera; no duro ni 5 minutos bajo el agua cuando ya se estaba acariciando. Tenía que volver a verlos y antes de salir del baño ya había planeado cómo hacerlo.
    
    Sabía que lo hacían por la noche, así que se ausentaría toda la tarde con alguna excusa para dejarlos solos. Entraría por la puerta de atrás y los vería desde la ventana de su cuarto, que daba hacia el patio. La casa tenía forma de ...
    ... “L” y el patio se comunicaba por amplios pasillos a ambos lados de la casa, así que entraría por el frente sin ser vista y tomaría su lugar en primera fila frente a la venta. Y así fue. Tuvo la suerte de que no hubiera luz en el patio así que podía verlos desde una distancia segura. Se encerró un rato en el cobertizo y espero a que pasara un tiempo prudente, después salio casi flotando y se paró cerca de la ventana.
    
    Estaban en su cuarto, como esperaba. Benjamín estaba recargado sobre la cabecera de la cama y su madre estaba desnuda sentada sobre él. Se besaban lentamente, tomándose su tiempo y disfrutando de sus cuerpos. Al verlos abrazados de esa manera, sintió como sus pantaletas se humedecían, por lo que se desabrochó el pantalón y se acarició despacio, siguiendo los movimientos de las manos de su sobrino sobre el cuerpo de su hermana.
    
    Martha se dio cuenta de que los senos de Constanza estaban llenos de pequeñas marcas y algunos moretones, que muy seguramente le provocó su hijo con la boca, pues los besaba y chupaba tan fuerte que constantemente hacia un vacío cuando cambiaba de un pecho a otro. A Constanza le fascinaba eso, por la manera como se retorcía tan pronto sus labios tocaban la piel de sus seños.
    
    Las manos de Benjamín recorrían los gruesos muslos de su madre y subían hasta su vientre y sus pechos, que no paraba de saborear; ella se dejaba hacer sin chistar.
    
    —La próxima semana tengo cita con el ginecólogo. —Le dijo su madre con los ojos cerrados.
    
    —¿Te ...
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