El sueño de Marta 2
Fecha: 15/04/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: ElFantasmaRojo, Fuente: TodoRelatos
... pasa algo, mamá? —le preguntó Benjamín sacándose el pezón de la boca y deteniendo el masaje en sus pechos. Su madre lo miró casi con ternura y le acarició la nuca.
—Cariño, no hemos parado en 2 meses… ¡Lo hacemos casi todos los días!
—¿Entonces?
—Pues… tu padre y yo no lo hacíamos con tanta frecuencia. De hecho, tenemos ya casi 2 años sin sexo prácticamente.
—¡¿2 años?! ¡¿Y cómo le hacías?!
—Con la mano —le dijo dándole un beso en la frente —, hasta que me harté… y pasó lo nuestro.
—Mamá, te juro que no vas a volver a pasar hambre nunca más.
—Yo se que no, Benji —Contestó con voz melosa. Se bajó de sus piernas y se puso en 4 frente a él, parando bien el culo. Su hijo inmediatamente se levantó bajándose el pantalón y colocándose detrás de ella. Le dijo algo que no pudo escuchar y empujo toda su verga dentro de su madre. Constanza gimió cuando la tuvo dentro y empezó a mover el culo al compás de las embestidas de su hijo. Empezaron a coger despacio pues tenían la casa para ellos solos… o al menos eso creían.
Constanza se acariciaba los pechos con una mano y con la otra trataba de mantener el equilibrio, pues las feroces embestidas de Benjamín le dificultaban mantener la postura, hasta que optó con inclinarse completamente sobre la cama parando el culo lo más que pudo. Pronto se escuchó en toda la habitación el golpeteo de los huevos de Benjamín en el culo de su madre, que tenía firmemente agarrado con ambas manos. Martha estaba hecha una fuente con lo ...
... que veía, acariciándose el clítoris y bajando hasta la entrada de su vagina con los dedos, metía solo hasta la punta. Ni siquiera parpadeaba. Estaba absorta mirando de primera mano cómo la enorme herramienta de su sobrino entraba y salía de su hermana casi furiosamente. Poniendo especial interés en la manera como “fruncía” el culo en cada embestida que le propinaba. Estaban sudando y ambos no reparaban en gemir, especialmente ella.
Al cabo de unos minutos, Benjamín se detuvo bruscamente, secándose el sudor que le caía por el rostro.
—Estas muy apretada,má,yacasi me corro. —dijo tratando de recuperar el aliento.
—¿Quieres cambiar?
Le sacó el pene despacio y Martha vio sorprendida como se formó un delgado hilo de fluido que iba a parar a las colchas. Benjamín se recostó y de inmediato su madre se acomodó sobre él, quedando los dos de lado frente a ella. Con ambas rodillas sobre el colchón, apuntó el pene de su hijo a su entrepierna y jugó así un momento, diciéndole algo en voz tan baja que no pudo escuchar. Ambos se rieron y Benjamín le dio una fuerte nalgada a su madre, que movía la pelvis en círculos sobre su verga. Las manos de su hijo fueron a sus pechos y los masajeó con los ojos cerrados, hasta que finalmente se sentó sobre él. Gimió casi como un gruñido y empezó a mover sus caderas que su hijo asía con fuerza. Así le llegó el primer orgasmo a Martha, que aceleró el masaje en su clítoris cuando su hermana engullo aquella verga de un sentón. Se detuvo para tomar ...