JUANCITO, MI NIETO – CAPÍTULO 3.
Fecha: 21/04/2025,
Categorías:
Gays
Hetero
Incesto
Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30
... similar porque su estrechez me apretaba como si fuera una adolescente y, aunque era profunda como la madre, el glande llegó a chocar contra el fondo de su vagina y gritó en una mezcla de placer y dolor.“Jamás nadie…”, -acotó y los temblores y contracciones de otro orgasmo no la dejaron terminar-.“Me duele papá, ya he parido y me duele como cuando virgen, cogeme despacio”, -expresó moviéndose-, como fuere, quería ser cogida y yo le daría el gusto. El bombeo se hizo rítmico, la sacaba casi toda y la volvía a penetrar profundo, tres veces con delicadeza y tres veces con un poco más de rudeza sin que me importara chocar con su interior. Mi hija se deshizo con orgasmos cortos y repetitivos que le impedían seguir el ritmo, lloraba y se reía gozando de la cogida. No sé cuánto tiempo estuve así, sólo sé que, con la voz débil dijo que no podía más y cuando gritó pidiendo que la llenara, la leche inundó su útero y rebalsó por el tronco haciendo un ruido como de escape a presión que se confundió con su grito placentero.
Abrí uno de los dos sobrecitos de lubricante que se entregaban con los preservativos y comencé a tallar su culito con mi dedo medio, éste volvió a entrar cómodo y, con otro chorrito más le mandé el otro dedo y luego un tercero.Cynthia emitía quejidos por la intrusión y yo trataba de meterlos lo más profundo que podía a la par que los hacía girar y salía y entraba con cierto ritmo que ella acusaba elevando su torso y gimiendo hacia el techo. Su culo se veía ...
... suficientemente dilatado, pero yo seguí insistiendo hasta que orgasmó y tembló diciendo que no podía ser, de inmediato me lo pidió,“rompeme el culo papá, te necesito adentro” y coloqué el glande para empujar. Sólo me detuve para poner más lubricante sobre mi verga y no me importó que gritara pidiendo que se la sacara, como fuere, me contuve para no romperla y entré lo más despacio que podía a la par que se calmaba y movía sus caderas. Cuando toda la verga desapareció en su interior, me comencé a mover.
“La puta madre, me voy a enloquecer”, -dijo moviéndose como no esperaba-.Cynthia estaba gozando de su empalamiento y tiraba sus nalgas hacia atrás pidiendo más, mis caderas también se movían como nunca en el vaivén y podía aguantar sin problemas lo estrecho de su tripa, haber acabado antes me lo permitía, la que no podía con su alma era ella,“tomá, toma, rompeme el culo papi, nunca pensé en que podría acabar con semejante verga en mi culo, dame, dame, cogete a tu hija menor, ¡esto es la gloria!”, -dijo dejándose caer hacia adelante porque el orgasmo le aflojó las piernas. De inmediato gritó porque me llevó con ella, entré hasta dónde no había llegado y me dejé ir inundándola.Cynthia quedó como laxa sollozando sin que yo pudiera determinar si era por el placer o por el dolor o ambas cosas a la vez, pero tampoco me iba a preocupar tanto, me había el gran gusto y, seguramente, repetiría. Claro que, por el momento, no quería más, estaba entumecido y la verga en su interior no bajaba, ...