Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (11) - Relatos Eróticos

Adahí: mi nena se ha convertido en mujer (11)

... hecho, lo orgulloso que estaba de ella. Adahí solamente se acurrucaba contra mi cuerpo, escondiendo su cara en mi hombro sin dejar de llorar, como si intentara buscar un poco de consuelo en los brazos de papá.

Cuando al fin su llanto menguó y su cuerpo dejó de temblar, Adahí guardó completo silencio y se quedó quieta sin dejar que me alejara de ella, sin soltarme ni ceder en la fuerza de su agarre hasta que de pronto, en algún momento en que logró recuperar la calma, mi hija comenzó a besar mi cuello y deslizar sus labios por mis hombros, a mover sus caderas mientras mi miembro poco a poco recuperaba su fuerza sin haber abandonado el interior de mi hija en ningún momento, sintiendo el enorme placer de saber que esa mujercita me deseaba, que quería más de lo que ya había obtenido, que deseaba seguir cogiendo conmigo.

- ¡Ahhh! - comenzó a gemir cuando la dureza de mi miembro se restauró y sus paredes volvieron a verse desafiadas por el ancho de mi sexo - ¡Quiero disfrutarlo papi! ¡Sé que me he portado mal! ¡Ahhh! ¡Sé que me acabas de castigar! ¡Pero esta vez quiero que me hagas el amor! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Quiero saber lo que se siente ser la mujer del hombre que amo! ¡Ahhh! ¡Por favor, papi, se bueno conmigo! ¡Ahhh! ¡Ahhh! - suplicó mi hija con ese tono caprichoso e inocente con que siempre lograba manipularme, y debo confesar que aquella no fue una ocasión en que esa treta fracasara, pues a partir de que escuché sus palabras me dediqué por completo a complacerla, ...

... penetrándola con suavidad, dejando que fuera ella quien marcara el ritmo, que me besara cuando quería, que se moviera como mejor le convenía mientras dibujaba círculos con mi verga completamente metida en su vagina - ¡Así papi! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Que rico se siente! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! - gemía mientras sus caderas empezaban a moverse en un ritmo más intenso que me provocaba placenteros estremecimientos, sintiendo cómo bailaba mi sexo en el interior de mi hija, cómo era estrujado por las paredes de su vagina y experimentar el placer que Adahí sentía al hacer el amor con su padre, el hombre que le dio la vida y quien también la convirtió en mujer.

Un orgasmo compartido, una mirada de satisfacción y un beso en los labios que se convirtió en la sensual danza que nuestras lenguas protagonizaron, fue lo que cerró aquella tarde en que le robé la virginidad a mi querida hija, en la que nos quedamos abrazados hasta quedarnos dormidos, para más tarde despertar y separarnos con cuidado, mirarnos a los ojos y sonreírnos, sabiendo que aún quedaba mucho fin de semana por delante y que no dejaríamos de aprovechar cada segundo del tiempo que nos restaba para estar juntos como hombre y mujer.

GRACIAS POR LEER MI RELATO. LA PRÓXIMA SEMANA SE PUBLICARÁ EL FINAL DE ESTA SERIE, PERO TAMBIÉN PUEDES LEERLO AHORA MISMO EN MI PÁGINA DE PATREON, DONDE ADICIONALMENTE ENCONTRARÁS OTROS RELATOS Y SERIES DE AMOR FILIAL. TE INVITO TAMBIÉN A SEGUIRME EN MIS REDES SOCIALES Y ECHAR UN OJO A MIS LIBROS, TODOS ...