El reconocimiento médico
Fecha: 27/04/2025,
Categorías:
Gays
Autor: david gg, Fuente: TodoRelatos
... consulta tras despedirme de él.
Al cabo de unas horas, recibí una llamada de un número desconocido. Era el médico de la revisión. Llamaba para preguntarme si podía acercarme de nuevo a la clínica al finalizar mi jornada, ya que se había estado informando sobre las fisuras anales y tenían un aparato en la clínica para identificarlas mejor que con un simple tacto rectal. Sin dudarlo, accedí. De modo que, al terminar de trabajar, me dirigí a la clínica. Allí me hicieron pasar directamente a la consulta del médico, que me enseño un pequeño tubo con una cámara, parecido al de las colonoscopias, pero más pequeño con el que podría ver mejor si tenía fisuras u otra patología. Pero antes, me dijo que debía estar limpio, así que me dio una lavativa desechable. Fui al baño, me limpié y volví a la consulta. El médico ya me había preparado la camilla y él estaba con el tubo en la mano, preparado para hacerme la prueba. Me coloqué, masajeó primero mi ano y luego introdujo el aparato. De nuevo, no había nada. Mientras me subía los pantalones, él limpiaba y recogía el aparato, esta vez sentado en su silla, y cuando se levantó, pude ver mejor que antes que tenía una erección de verdad. Su bulto era bastante grande, casi parecía que se iba a salir por el bolsillo de vaquero. Yo no pude evitar mirarlo y él se dio cuenta. Me pidió disculpas, no era habitual en él. Yo quise quitarle importancia y le dije que también había tenido una erección mientras me metía el dedo y me toqué el paquete ...
... para que lo viera. Él se sorprendió y de manera instintiva se recolocó su rabo. Tras unas risas tímidas de ambos, le dije que podía volver a meterme el dedo u otra cosa si le apetecía, que no me importaba que siguiese inspeccionando mi culo por dentro.
Tras estas palabras resopló de placer y fue directo a comerme la boca. Nuestros labios se entrelazaban, nuestras lenguas se tocaban. El presionaba su cuerpo contra el mío agarrándome del culo mientras yo le acariciaba la espalda. Apartó mi cabeza con su mano en mi cuello y dijo:
- Quítate toda la ropa, necesito inspeccionarte entero.
Sin mediar palabra me desnudé delante de él dejando ver mi pubis recortado y mi rabo duro y babeado. Volvió a colocar su mano en mi cuello y me llevó hasta la camilla indicándome que me pusiera a cuatro patas sobre ella. Con sus dos grandes manos abrió mis glúteos y hundió su cara en ellos. Su lengua lamía con ganas haciendo movimientos circulares, ejerciendo presión en ciertos puntos y abriéndome el ano introduciendo su lengua poco a poco. Sus lametazos iban tomando intensidad llegando a lamer de arriba a abajo todo mi culo.
Noté que se quitaba la bata y la parte de arriba de su ropa y a la que volvió a acercarse fue directo a introducir su dedo en mí. Empezó con uno, sacándolo y metiéndolo lentamente, luego otro dedo y finalmente un tercero. Esta vez me di cuenta que sabía perfectamente dónde tocaba, yo daba pequeños gemidos de placer y mi rabo iba soltando precum poco a poco que él ...