El reconocimiento médico - Relatos Eróticos

El reconocimiento médico

... que el suyo, haciendo que mi culo recibiese con gusto su polla. Después de unas profundas embestidas, tomó un ritmo más calmado e hizo que me incorporara para abrazarme y besarme el cuello lentamente. Cogiéndome del cuello me dijo al oído que estaba a punto de correrse.

- No te corras todavía, volvamos a la posición del principio, embísteme con fuerza y agárrame del cuello. Quiero correrme mientras me follas.

Él se secó el sudor de la frente y volvió a la marcha. Una mano sujetaba con fuerza mi cuello, y su polla salía por completo esta vez dejando mi culo bien abierto durante unos segundos para volver a meterla de golpe. Cada vez que la metía yo emitía un pequeño gemido. El me insistió que no podía aguantar más sin soltar la lefa, así que me pajeé rápidamente hasta mi polla exploto de placer, soltando varios chorros de semen que dejaban todo mi torso manchado, quedé exhausto y él, casi simultáneamente, se quitó el condón para soltar toda su leche espesa sobre mi tripa mientras su cuerpo se contraía de placer.

Me ayudó a limpiarme y a vestirme. Cuando ambos estábamos listos para salir, me comentó entre risas que, si después de esto no había sangrado, yo no tenía ningún problema. Con un largo beso se despidió de mí y me dijo que esperaba verme al año siguiente por allí.

Todo el camino de vuelta a casa estuve pensando en lo sucedido y ahora solo puedo esperar a que el año que viene él siga ahí y pueda realizarme otra inspección a fondo.

Espero que os haya gustado, os leo en los comentarios.