Lujuria en Hogwarts. 09: Sexo en la Madriguera - Relatos Eróticos

Lujuria en Hogwarts. 09: Sexo en la Madriguera

... atrajera. Es más, estaba seguro de que a Harry ni siquiera le gustaban las mujeres. Y, como siempre, tenía la razón.

—H-harry...

—¿Si...? —Respondió sin ganas, adormilado por el placer.

—Quiero follarte.

—... ¿Y a qué esperas?

Ron sintió un alivio en su pecho. Aún estaba un poco confundido, pero toda duda fue disipada cuando observó como Harry movía sus caderas para él, ofreciéndosele.

—Joder Harry, eres más zorra que una tía.

De un momento a otro, Ron metió uno de sus largos dedos en el culo de Harry. Pese a que la intromisión le incomodó un poco, después de recibir a pelo las pollas de Oliver Wood y del profesor Snape, soportar aquello era coser y cantar. Al pelirrojo le sorprendió un poco la facilidad con la que Harry lo recibió, pero no dijo nada y continuó en su tarea. Al primer dedo le siguió un segundo, y esa dupla estaba llevando a Harry al cielo; Ron movía ambos en posición de tijera, rozando con ellos esas zonas tan sensibles que cualquiera que haya explorado esa zona identificaría.

Después del intenso dedeo, Ron se colocó entre los cachetes de su amante, los abrió lo más que pudo y empezó a restregar su dura polla por la peluda entrada de Harry. No esperó demasiado, pues consideraba que ya estaba lo suficientemente dilatado, por lo que metió la puntita, dejando a su glande florecer en las entrañas de Harry. De nuevo, fue sorprendido por la facilidad con la que su rabo se introdujo en el ano del moreno, pero estaba tan maravillado con las ...

... nuevas sensaciones que su cuerpo estaba experimentando que no podía pensar en nada más. Harry, por el contrario, sólo se dedicó a morder las sábanas para ahogar sus gemidos. Dios, la polla de Ron lo estaba destrozando, pero le encantaba.

—D-dios... H-harry... Estás muy apretado, m-mierda...

Ron no sabía lo que debía hacer, por lo que se dejó llevar por sus instintos

Harry notaba claramente cada centímetro del enorme miembro de Ron, abriéndose paso en su interior hasta que sus huevos le chocaron en las nalgas. La había metido al completo y casi sin ningún problema. Ron se echó un poco hacia atrás y sacó parte de su polla del interior del moreno, para volver a meterlo y llenarlo de él. Al ser virgen, Ron no sabía muy bien cómo había que follarse un culo, por lo que simplemente se dejó guiar por sus instintos, consiguiendo un resultado de diez.

Para ser un simple pajero, Ron follaba de puta madre y sus embestidas eran casi tan enérgicas como las de Oliver. Las caderas de Harry eran agarradas por el pelirrojo con posesividad, como al principio, y Ron aumentaba a cada segundo el ritmo de sus estocadas, metiéndosela a una rapidez extraordinaria, tanto que tuvo que pasar a tapar la boca de Harry para que no se escucharan sus gemidos; la habitación estaba "insonorizada", sí, pero el hechizo no aislaba todos los sonidos, sino que sólo rebajaba el volumen, por lo que no era conveniente arriesgarse tanto.

—Mgghh~

—C-calla un poco Harry...

El vaivén de las caderas de ...