4 a.m
Fecha: 30/04/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Altais, Fuente: TodoRelatos
Era evidente que si dos seres insomnes se unían terminaría siendo una vorágine desaforada de pasión, también influye en gran medida que él sea un sátiro y yo una ninfómana. El primer polvo de la noche sucedió previo a caer rendidos, pero nunca es suficiente cuando se trata de nosotros. El saber controlarnos y decir hasta qué punto el deseo es perjudicial para nuestros cuerpos es un tema con el cual aún estamos lidiando y de momento cuando perdemos el control, es difícil decir delimitar.
Nuestros cuerpos despiertan por instinto y sobre todo por deseo. A veces nos enganchamos a drogas, y no me refiero a los alucinógenos, sino a otro tipo de contenido o en este caso de nosotros. Desde el principio le ofrecí mi cuerpo para calmar sus impulsos oscuros y nunca me he arrepentido de esa decisión.
Nuestros cuerpos están unidos, pero no del todo, la molesta tela sirve como una débil barrera que separa nuestros cuerpos, solo de momento. Su fuerte mano se cuela debajo de su camisa, esa que uso para dormir y la cual nos resulta muy erótica a ambos. Le gusta declarar su posesión sobre mí y a mí me excita y me enamora que lo haga. Siento su respiración profunda sobre mi cuello, erizando mi piel, encendiendo mi deseo.
Muerde ligeramente el lóbulo de mi oreja haciéndome suspirar, casi jadear. Su mano aprieta con firmeza mi coño, incitándome. Mi papi amoroso y cuidadoso ha sido devorado por el lobo que muy pronto entrará en mí. Su mano sibilante sube y aprieta mi seno derecho, ...
... luego se desliza repitiendo la acción en el izquierdo. Ninguno merece un trato más privilegiado suele afirmar con ese deje socarrón que tanto me encanta.
– Buenas noches, princesita –susurra en mi oído.
– Buenos días, papi –digo risueña. Par él sigue siendo de noche y para mí ya es de mañana, así que acordamos que cada quien lo tomaría como mejor le conviene.
– Dime, ¿qué quieres hacer? –y con esa frase me entrega la llave a las puertas del averno. Es cierto que me domina, que es mi dueño, que es mi papi y muy mandón, pero no dejo de ser la niña de sus ojos. No soy una zorra o una puta, no, soy su princesa y soy yo quien le otorga el poder de usarme a su placer. Es mi decisión entregarle mi cuerpo sin reservas.
– Úsame, papi, por favor –sello mi futuro inmediato con esa frase.
Me encanta la facilidad con la que mueve mi cuerpo, me arrastra al lado derecho de la cama, está sobre mí y se inclina para coger algo de la mesita de noche. El delicado choker rosado, en la placa está grabada una P. El collar alrededor de mi cuello acompaña a la cadena con el colgante, para muchos es solo una pieza de puzle en una cadena, para nosotros es mucho más, es un símbolo de unión, al igual que la pulsera de cuero que él lleva en su muñeca izquierda. Son nuestras marcas discretas que los ordinarios pueden ver y jamás entender.
Desde el inicio de nuestra relación ese colgante y la P escrita ya sea con labial o rotulador sobre mi monte venus, me acompañan a cualquier sitio al que ...