La Jaguar vs Shadow Angel - Relatos Eróticos

La Jaguar vs Shadow Angel

... Tenía veinte años y una figura hermosa y esbelta. Nada más verla, Mortaja tragó saliva. La chica vestía una especie de bodi de cuero tipo BDSM, que le dejaba la mitad de sus bonitas nalgas al descubierto, cubría su sexo pero en cambio dejaba su vientre plano al descubierto, un par de tiras de cuero cubrían justo sus pezones, dejando el resto de sus bonitos pero pequeños pechos al descubierto. Completaba su atuendo con una máscara en forma de mariposa que tampoco es que ocultara demasiado su rostro, unos guantes de cuero que le llegaban hasta los codos y unas botas altas a juego de tacón de aguja que le llegaban hasta casi la rodilla.

- ¿Por qué me miras así, Garibaldi?- Preguntó ella.- ¿Tengo mariposas en la cara?

Mortaja no podía apartar la mirada de la recién llegada. Era la primera vez que veía a Bianca vestida así, acostumbrado a verla con faldas largas y camisas cerradas hasta el cuello no se acababa de hacer la idea que la chica que tenía frente a él fuera la misma Bianca a la que llevaba un par de años protegiendo. La hija del fallecido Don, Bianca D’Angelo.

El atuendo de la chica no era para nada algo que se pudiera adquirir en una sex-shop. Tampoco era algo que pudiera verse en ningún burdel ni club de striptease. No, lo que Bianca lucía era uno de esos escasos y atrevidos conjuntos que se hacían a medida. De esos que ni tan siquiera salían en los catálogos de internet. Algo exclusivo que algunos diseñadores hacían a medida para que millonarias ...

... caprichosas pudieran satisfacer sus vicios más íntimos.

- Bi… Bianca.- Balbuceó Mortaja.- ¿Qué… qué haces aquí?

- Siempre me ha intrigado saber lo que hacías aquí dentro con nuestros enemigos.- Dijo Bianca, acercándose a la Jaguar con la misma mirada curiosa con la que observaría a una exótica fiera enjaulada.- Los veía salir, completamente cambiados, pero nunca me dejabas ver lo que sucedía tras esas cuatro paredes. Eso era algo con lo que sólo podía fantasear. Pero ahora no quiero limitarme a imaginar… Quiero ser partícipe de ello.

La mirada de Bianca pasaba de la Jaguar a Shadow Angel, como si fueran dos pastelitos dispuestos para ella.

- Hoy es un día especial, y me has traído no sólo a nuestra peor enemiga, sino también a la otra. La que tanto dinero nos ha hecho perder.

- Sí...- Suspiró Mortaja.- Hoy es el aniversario de la muerte de tu padre, y en su honor te entrego a la superheroína que causó la caída de los D’Angelo. La última venganza que nos queda por cumplir. Y si ese es tu deseo, te la dejo toda para ti.

- ¡Oye, malditos locos!- Gritó Amy forcejeando con sus grilletes.- ¿Y qué narices pinto yo en todo ese culebrón dramático? Ni siquiera sé quién cojones sois vosotros así que mucho menos puedo haberos hecho nada.

Bianca se acercó a Amy, tomándola por el mentón la forzó a mirarla fijamente a los ojos. Su mano de deslizó por el cuerpo de la ninja, acariciando las finas líneas enrojecidas que lo cubrían. El uniforme de Shadow Angel había hecho bien su ...