La Jaguar vs Shadow Angel - Relatos Eróticos

La Jaguar vs Shadow Angel

... trabajo, convirtiendo heridas que habrían destrozado su cuerpo en ligeras abrasiones enrojecidas.

- ¿Tu?- Le dijo con un destello travieso en los ojos.- ¿Sabes la de dinero que hemos perdido por tu culpa? Mi querido Garibaldi invirtió toda nuestra fortuna en un proyecto llamado High City Corporation, algo que debería habernos hecho ricos… Teníamos la mirada puesta en una isla privada del Caribe, nuestro refugio de paz una vez hubiéramos completado nuestra venganza. Pero tu, maldita entrometida, tuviste que fastidiarlo todo. Tu maldita intromisión dio al traste con la carrera del Alcalde y nuestras acciones en esa empresa pasaron de valer una fortuna a ser papel mojado… Sólo nos queda este edificio, que explotamos como hotel. Una actividad cien por cien legal y que nos obliga a trabajar, pagar nóminas, impuestos… Maldita burocracia.

- ¡Oye!- Replicó Amy.- Ganar dinero de forma honrada no es algo negativo. Deberíais estar agradecidos por tener una fuente de ingresos qué…

- ¡Basta! Maldita y vulgar princesita. No te he contado eso para que me sermonees, simplemente para que sepas qué pintas aquí en todo eso. Y gracias al dinero que tu país pagará por ti, lograremos al fin nuestra bonita isla en el Caribe, ¿verdad, Garibaldi? Por cierto, ¿tienes ya lista la carta para el Consulado, con la foto de su bonito rostro y la suma que deben entregarnos? Tal vez deberías especificar que esas marcas que tiene en la piel no se las hemos hecho nosotros, no quiero que piensen ...

... que…

La sonora carcajada de Mikoto Amy silenció las palabras de ambos. Amy estaba emparentada con el emperador, y cierto era que en otros tiempos, su país habría pagado cualquier suma que se pidiera por su rescate. Pero actualmente, las relaciones entre ella y su familia distaban de ser excelentes.

- Si creéis que mi familia os va a sacar de pobres a cambio de mi rescate, podéis esperar sentados.- Dijo la japonesa.- Cuando esa carta llegue a mi padre, con suerte la usará para limpiarse el culo. Para él no soy más que una vergüenza que mancha la buena reputación de mi apellido.

Tal vez, en un arrebato demasiado impetuoso, Mikoto Amy no había calibrado bien el efecto de sus palabras. Y lo cierto es que hay veces en que es mucho mejor mantener la boquita cerrada.

- Vaya… Susurró Bianca, así que no tienes ningún valor… Entonces, dime princesita… Si no nos sirves para hacernos ricos… ¿Para qué sirves?

Amy tragó saliva, lamentando enseguida sus palabras. Aunque Bianca terminó la frase por ella.

- Si no me haces rica… Como mínimo me divertirás un rato, y luego tal vez, te convierta en una de mis sirvientas… Aunque eso sería algo absurdo… ¿Qué deberíamos hacer con ella Garibaldi? Quiero algo más original, un hombre… No creo que le pegue demasiado, pero… ¿Y un animal? Sí, podríamos convertirla en una pantera, ¿no crees? Así tendríamos a dos mascotas, un jaguar y una pantera… Sería genial. Además, siempre quise tener un gatito.

Sin entender del todo el sentido de aquellas ...