La Jaguar vs Shadow Angel - Relatos Eróticos

La Jaguar vs Shadow Angel

... se está muriendo de placer.

Amy abrió repentinamente los ojos al notar las finas manos de Bianca acariciando su erizada piel, estremeciéndola de cosquilleo.

- Mira Garibaldi, tiene los pezones sensibles.- Dijo mientras sus finos dedos acariciaban los endurecidos pezones de Amy, haciendo que la chica tuviera que morderse con fuerza el labio para evitar gemir de placer.- Ssshht, no te contengas.

Bianca se quitó uno de los guantes y metió su mano dentro de la boca de Amy, jugando con su húmeda lengua, haciéndola salivar, moviéndolos como si en lugar de la boca, estuviera estimulando su sexo. Su saliva, pastosa por la falta de agua, no tardó en caer por la comisura de sus labios, babeando sobre sus bonitos pechos.

- Quien pudiera tener unas tetas así.- Suspiró Bianca, acariciando los pechos de la ninja con su mano enguantada. La genética había dado a Amy unos pechos algo más voluminosos de lo que correspondería a su complexión física.- Seguro que todos tus amigos suspiran por ellos. ¿Te gusta provocarlos, pavonearte ante ellos con un generoso escote? ¿O tal vez te haces más la recatada ante ellos?

Amy tan sólo pudo responder con un balbuceo incomprensible, ya que los dedos de Bianca se metían dentro de su boca, hasta casi rozar la campanilla. Sin saber muy bien porque la japonesa había empezado a chuparlos como si fueran una especie de pene que la penetraba. Y la chica, sin dejar sus pechos, empezó a juguetear con ellos dentro de su boca, pellizcándole la lengua, ...

... pasándolos por su paladar, dejando que se los lamiera…

La cola de Melanie dentro de su sexo estaba enloqueciendo a Amy, la Jaguar, centrada en su propio placer la movía de forma frenética, llevando a la ninja al borde del clímax. Entre sus pies descalzos había ya un pequeño charco, como si alguien hubiera vertido un vaso de agua, salvo que no era agua sino los fluidos más íntimos de la heroína.

Por su parte, la Melanie balbuceaba extasiada ante el tacto de Mortaja, uno de sus más letales enemigos, la estaba estimulando como nunca nadie había hecho. Con el brazo, Garibaldi le rodeó el cuello, apretando lo justo para que su rostro se enrojeciera ligeramente. Limitando el acceso de oxígeno pero sin hacer peligrar su respiración. Lo justo para incrementar las sensaciones de la chica.

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Y aquello fue demasiado para ello. Su cuerpo se arqueó, como si quisiera luchar contra las cadenas. Todos sus músculos se tensaron y en sus ojos brilló un destello amarillo. Exhalando un sonido a caballo entre un rugido y un intenso gemido, la Jaguar se desplomó a peso sobre la mesa, jadeando agotada tras el intenso clímax que la había recorrido de pies a cabeza como una descarga eléctrica.

Su cola seguía moviéndose entre espasmos dentro de la vagina de Shadow Angel. La japonesa sacudía brazos y piernas haciendo tintinear los grilletes, tenía la lengua medio fuera de la boca, babeando mientras los dedos de Bianca ...