La Jaguar vs Shadow Angel - Relatos Eróticos

La Jaguar vs Shadow Angel

... daría una buena lección, una que le haría perder las ganas de jugar sucio.

- Por supuesto.- Respondió, haciendo estallar al público en una segunda ovación. Ya que no esperaban un gesto de este tipo por parte de Shadow Angel.

- No lo habría hecho de haber sido una pelea limpia.- Le susurró mientras agarraba a Melanie por el pelo.- Pero tu sabes perfectamente que no has luchado según las normas.

Melanie no hizo ningún gesto de oposición. Demasiada humillación había sido que Jake hubiera abandonado las gradas a mitad de la pelea. Suficiente castigo era el no haber logrado vencer a Shadow Angel. Resignada, sabía que no lograría quitarse nunca a Jake de encima. Así que ni siquiera protestó cuando Amy le pegó un par de fuertes azotes en sus pechos expuestos. Tirando de su pelo, la ninja forzó a Melanie a agachar la cabeza contra el suelo, de forma que su culito le quedaba ligeramente levantado y orientado hacia el público. Cuando la tuvo en posición, descargó su mano abierta contra sus glúteos expuestos.

La primera nalgada resonó por todo el pabellón. Mordiéndose los labios, la Jaguar aguantó estoicamente los azotes que Shadow Angel descargaba sobre sus culito bronceado, hasta dejarlo enrojecido. Decenas de cámaras apuntaban estupefactas hacia las dos chicas, grabando como Shadow Angel descargaba su mano contra el culo de la vencida.

- Esto te enseñará a jugar limpio la próxima vez.- Dijo Amy levantándose con la mano enrojecida y hormigueando tras el duro castigo ...

... infringido a las nalgas de Melanie.- Y quítate esa absurda cosa, no tienes el honor para llamarte justiciera.

De un tirón Shadow Angel arrebató su máscara a la Jaguar, sosteniéndola frente a ella. A sus pies, la vencida luchadora, enterró su rostro entre sus brazos. Ocultando su cara a los cientos de ojos que miraban estupefactos.

- Creo que me llevaré eso de recuerdo.- Le dijo Amy al árbitro una vez la jaula se levantó.- Será mi premio por la victoria.

Con la máscara de la Jaguar en la mano, Shadow Angel abandonó el ring y se dirigió a los vestuarios.

Frente al espejo, Amy se quitó la máscara, la camiseta y las mallas. Quedando únicamente en ropa interior observó atentamente las líneas enrojecidas que las zarpas de Melanie habían dejado sobre su pálida piel. Cuatro finas líneas le cruzaban el vientre, y otras cuatro le cruzaban la cara. En sus muslos tenía múltiples marcas iguales, como si un gato enorme se hubiese entretenido a afilarse las uñas contra sus piernas. Y otras cuatro líneas enrojecidas cruzaban su bonito culo. Distraída, se contempló el uniforme, examinando los puntos en que el tejido anticorte estaba dañado. El traje la había salvado de unas heridas que en el mejor de los casos la habrían llevado directa al hospital. Pero aún así, el uniforme le había quedado inservible, no resistiría una segunda pelea. “Y ya no tengo recambios” murmuró para sus adentros.

Sus trajes los conseguía a través de un contacto en el servicio de inteligencia japonesa. Pero ...