1. Despedida erótica con mi compañero de ejercicios


    Fecha: 02/05/2025, Categorías: Confesiones Autor: charlimonca, Fuente: CuentoRelatos

    ... asintió con su cabeza y me puso saliva con sus dedos en mi vagina para lubricarme más, me coloqué la punta de su pene en mi vagina y poco a poco empezó a entrar, ‒métemela despacio, me duele un poco, tu pene es muy grueso‒ le dije, y me respondió ‒que ya estaba adentro la mitad, que aguantara un poco que si iba entrar todo‒, le contesté:‒está bien dale quiero sentir como me destrozas la vagina‒, y me volví a meter su pene y comencé a cabalgarlo de espaldas y él me agarraba y me suspendía hacía arriba y después me dejaba caer en su pene y me volvía a suspender hacía arriba y me volvía a dejar caer, así me tuvo un buen rato disfrutándome como quiso, y me decía, ‒Me gustas mucho, quiero que seas mía, esta noche, quiero que esas nalgas ricas sean para mí‒... ‒Si, hoy hazme tuya‒ le dije…
    
    Después él se bajó del sofá, y me puso en cuatro, creo que lo que le dije de que me hiciera suya y ponerle mi culo a su disposición, lo excitó por completo. Yo estaba ansiosa por ser penetrada desde atrás, quería seguir sintiéndolo dentro de mí, y deseaba volver a venirme con ella dentro; entonces me toqué mi vagina lubricada, a modo de invitarle a que me penetrara por detrás, me masajeó la vagina, aprovechando para lubricar con mis propios jugos mi ano; quise parar y ponerle una barrera, pero no pude, de pronto, hizo un par de movimientos con la punta de su pene sobre mi vagina, y de inmediato me penetró hasta el fondo.
    
    Emití un fuerte gemido de dolor y placer, comenzó con movimientos ...
    ... lentos dentro de mi vagina, y con sus dedos, masajeaba mi ano, que se comenzó a dilatar y empezó a masturbármelo con un dedo o dos. Con el acompañamiento de sus dedos en mi culo, yo sentía un dolor delicioso, bajé un poco mi cabeza y espalda mientras me la estaba metiendo en esa posición, para que me cogiera a su gusto, mis nalgas chocaban con sus bolas de lo fuerte que me daba, metió sus dedos hasta dentro en mi ano y yo gritaba de placer, estaba disfrutando como me masturbaba mí ano y la tremenda cogida que me estaba dando por detrás. ‒Que rica estás, como me encanta que me des tus nalgas‒ me dijo entre jadeos. y ahí me la comenzó a meter más fuerte desde atrás y yo me agarraba del respaldar del sofá, para no salir por los aires pues sus movimientos empezaron a ser muy violentos pero placenteros a la vez, fue exquisito en esa posición, yo me movía y él también y mientras me cogía a su gusto me dijo; ‒que rica que sos, me tenés super loco, me encanta que me mandes sin leche amor‒, y yo le dije; ‒No pares, dame más‒, ‒estamos disfrutando bien rico mami‒ me dijo, ‒los dos estamos locos de placer‒ le dije; ‒Que rico cojes amor‒ me decía, y yo casi que me vengo así de perrito, ‒termina dentro de mí, no te detengas por favor, quiero toda tu leche dentro de mí vagina, le pedí. Pero no me dejo venirme…
    
    Él se detuvo y me acostó bruscamente de espaldas en el sofá, me excitó mucho que me empujara al sofá, después me abrió las piernas con rudeza y se acostó encima de mí, separándome las ...
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