Los problemas de Ana (VI) Buscando una salida - Relatos Eróticos

Los problemas de Ana (VI) Buscando una salida

... explicando más y más detalles de lo que me hacían. Yo, casi sin darme cuenta, poco a poco cada vez fui más explícita en mis explicaciones. Valeria parecía interesadísima y logré atisbar un cierto brillo en sus ojos.

- ¿Así que te hacen toda clase de guarradas?

- Bueno pues,….algunas

- ¿Y a ti te gustan?

- No, Vale no. ¿Estás loca? ¿Cómo quieres que me guste que me torturen y humillen de esa manera?

- Pero me has confesado que siempre acabas con intensos orgasmos

- Es verdad pero….. – ya me estaba arrepintiendo de haber dado tantos detalles- pero eran forzados, no lo puedo evitar, me mantienen siempre excitadísima.

- Ya pero entonces a tu cuerpo si que le gusta….

- Es horrible, tengo que encontrar una salida.

- Pues chica, no veo que tu situación sea tan grave. Quizá hasta a mi podría gustarme

- ¡Estás loca Vale!

- Lo malo es que te tengan coaccionada con lo de publicar tus fotos y enviarlas a amigos y familiares. Tu ya sabes que yo te quiero mucho, Ana y esto me sabe muy mal. Yo te ayudaría en lo que fuese pero no se me ocurre nada la verdad.

- Gracias Vale, sabía que podía contar contigo – y nos fundimos en un nuevo abrazo

Estábamos abrazadas en el sofá y la mano que Valeria tenía sobre mi muslo me pareció que iba ascendiendo lentamente ya por debajo de mi faldita.

- Vale, qué…

Su mano había llegado a mi monte de Venus y descendía hacia mi sexo. Iba a protestar pero sus labios se posaron delicadamente sobre los míos, dándome un ...

... profundo beso. Yo estaba casi en schock y no reaccioné. Su mano llegó a su destino. Con cierta sorpresa Valeria exclamó:

- ¡Anda, Ana, vas con el chocho al aire y además chorreando!

- Pues yo es que….

- No te preocupes que yo lo arreglaré

- No por favor…

Lo siguiente que salió de mi boca fue un gemido ya que Valeria me había levantado la falda y me estaba trabajando el clítoris con destreza mientras bajaba del sofá y se arrodillaba en el suelo. Ahora su lengua era la que se abrió paso fácilmente entre mis inflamados labios provocando unas sacudidas en mi cuerpo.

- ¿Vaya qué calentita que estabas eh? Con esto ahí metido no me extraña – dijo notando como me sacaba el vibrador de mi vagina.

- No Vale, no sigas….

No me hizo ningún caso. Siguió devorando con fruición mi necesitado sexo. Ahora lo comprendía. Valeria era lesbiana y, por su forma de actuar hace tiempo que se había encaprichado de mi pero yo no me había dado cuenta.

No pude pensar mucho más porqué exploté en un maravilloso orgasmo que fue seguido de dos más que me dejaron completamente rendida.

Todavía estaba recuperando el resuello cuando me di cuenta que Valeria iba ya solo con solo un tanguita. Acercó una de sus tetas a mi cara y me dijo suavemente

- Chúpalo

Casi ipnotizada por la visión de ese hermoso pecho ante mi comencé a chupar ese pezón que se ofrecía, notando que se iba endureciendo cada vez más.

Yo, aunque un poco desmadejada, conservaba mi ropa así que, sin pensarlo, me ...