Los problemas de Ana (VI) Buscando una salida - Relatos Eróticos

Los problemas de Ana (VI) Buscando una salida

... era más valioso.

Llegó por fin el viernes por la noche. Valeria tenía que llamarme pero tenía pocas esperanzas que ella pudiera aportar algo que pudiera ser útil para mi liberación. Pero por otra parte creía que algo se le podría ocurrir, tenía que creerlo...

Sonó mi teléfono móvil, era Valeria

- Hola Vale

- Hola Ana, ¿Tienes ya la solución?

- No, Vale esperaba que tu me pudieras ayudar

- He tenido una idea.

- Cuenta, cuenta – dije llena de esperanza

- Ahora no puedo contarte nada pero confía en mi. Mañana cuando te levantes y vayas a esas oficinas recoge un sobre amarillo que encontrarás en tu buzón. Tu, actúa como siempre pero tienes que entregárselo a ese hombre.

- ¿Qué hay en ese sobre?

- No puedo decírtelo, pero es una oportunidad para ti. Bajo ningún concepto, lo abras. Tienes que entregárselo. Tengo esperanzas de que cuando vea su contenido funcione.

- No se que puede ser pero espero que si que funcione, confío en ti Vale

- Yo también lo espero Ana, recuerda que yo te quiero. Besos

Y colgó

Me quedé totalmente intrigada pero por primera vez durante mucho tiempo, esperanzada. Solo tenía que esperar unas horas más.

Llegó la mañana del sábado. De la ansiedad poco había podido dormir la noche anterior. Ahora ya faltaba poco para ver lo que había tramado Vanesa y si realmente surgía efecto o no. Bajé como siempre con mi faldita y sin ropa interior. Revisé mi buzón y efectivamente allí había un sobre amarillo como el que me había ...

... descrito Vanesa. Noté que mi corazón se aceleraba así que lo cogí y lo puse en mi bolso. Salí a la calle a buen paso y cuando aun faltaban cuatro minutos para las 8 entraba ya en el edificio, esperando que fuera la última vez. Aunque era temprano ahí me estaba esperando ya Marlene pero esta vez ni siquiera me dirigió la palabra.

Yo tampoco le dije nada y me dirigí directamente a la estancia para empezar a desnudarme. Vi como Marlene me seguía con satisfacción.

Una vez totalmente desnuda y con el collar puesto abrí mi bolso y saqué el sobre.

Cuando ya me encaminaba hacia el despacho del jefe Marlene tronó

- ¿Qué es eso que llevas en la mano?

- Un sobre para entregar al amo, es muy importante – dije con cierto nerviosismo

- Dámelo a mi, yo se lo entregaré – me contestó Marlene con autoridad

No sin cierto miedo le entregué el sobre pero pude añadir en voz baja

- Recuerde que es muy importante

No esperaba ninguna respuesta por su parte así que abrí la puerta del despacho y el jefe ahí estaba, como siempre, esperándome detrás de su mesa

- Buenos días Anita, ven aquí. Creo que otra vez tienes que decirme algo.

Me acerqué lentamente y seguí el humillante ritual de subir a la mesa de su despacho, agacharme con las piernas separadas y las manos a la espalda. Pero mientras lo hacía empecé a explicarle

- Lo siento amo, no lo pude evitar. Una amiga mía, que es lesbiana, vino a mi piso y…

Callé en seco porque me invadió un dolor indescriptible en mi ...