Los problemas de Ana (VI) Buscando una salida - Relatos Eróticos

Los problemas de Ana (VI) Buscando una salida

... se puede hacer.

- Para empezar el porcentaje tiene que ser un 5% para cada una.

- ¿Aceptaría el 7%? – intentó Valeria

- No. El 5% y nada más

- Un momento que hablo con mi clienta

Valeria se acercó a mi que me había quedado totalmente muda y paralizada en mi humillante posición y me susurró al oído

- Ana, ya casi lo tenemos. Aceptaré el 5%

Y dirigiéndose al jefe y con voz segura anunció:

- Aceptamos modificar el contrato y poner el 5%. ¿Cual es la segunda condición?

- La segunda condición es bastante simple. El contrato habla de una segunda chica de la misma edad para someterse de igual forma. Evidentemente en nuestro negocio no valdría cualquier chica así que desearía verla antes para poder dar mi visto bueno.

- Vale, eso tiene fácil solución. Yo soy la segunda chica.

- Pero Valeria, ¡no tienes que hacer eso! – exclamé aunque ya hacía rato que intuía lo que estaba tramando mi amiga.

El silencio se hizo en la sala, hasta que la voz del director sonó de nuevo

- Me parece interesante pero claro está, entenderá que quiero poder observar la mercancía en detalle para poder decidir si cuenta con mi aprobación o no.

- Me parece justo pero ¿puede especificar que quiere decir exactamente con “en detalle”?

- Pues como ya habrá imaginado quiero ver hasta el último detalle (enfatizó este "último" de forma ostentosa)

Valeria empezó a quitarse lentamente la ropa. Primero se quitó la blusa, dejando ver un sujetador de encaje negro que cubría ...

... sus generosos pechos. Después procedió a quitarse la falda mostrando un tanga también negro parecido al que yo le vi en mi piso. Sus largas piernas realzaban su escultural figura. Después de una pausa decidió quitarse el sujetador y me pareció ver algo de rubor en su rostro. Mientras sujetaba sus pechos con un brazo se deshizo del tanga quedando completamente desnuda.

- Bueno, parece buen material pero como le he dicho necesito observar la mercancía con el máximo detalle. Así que deje sus brazos en los costados. Así, bien. Ahora dese la vuelta que tengo que valorar su culo.

Sus palabras sonaban humilladoras pero Valeria le obedecía sin rechistar. El trasero de Valeria era sencillamente perfecto, ligeramente más grande que el mío pero perfectamente proporcionado con el resto de su cuerpo.

- Ahora separe las piernas e inclínese hacia adelante. Con las manos separe bien los glúteos.

Era evidente que su objetivo era humillar al máximo a mi amiga. Valeria, que ya estaba roja siguió sus instrucciones mostrándole su sexo y su ano impúdicamente.

- ¿Da su aprobado? – interrogó Valeria intentando recobrar algo de su compostura

No, todavía me falta ver algo con mucho más detalle. Ya sabrá a qué me refiero

Valeria tardó unos segundos pero pareció entender lo que se le pedía. Se acercó a la silla y sentó su culo en el borde, colocando sus piernas sobre cada uno de los reposabrazos adoptando una posición idéntica a la mía, con su sexo totalmente ofrecido.

El jefe se ...