Memorias de Sandra. Primeros cuernos para Ramón - Relatos Eróticos

Memorias de Sandra. Primeros cuernos para Ramón

... indicaciones. Es más, ahora al oírte, mi marido a pasado a ser uno de esos futbolistas".

La conversación avanzaba, adentrándose en los terrenos más oscuros de mis anhelos de hembra cachonda. "Supongamos que te pido que cuentes detalles íntimos de tu vida sexual con Ramón a quien yo te diga, en público en una fiesta que yo dé", propuso Julián, desafiando los límites de mi disposición a exponerme.

La tensión se palpaba en el aire mientras me decidía a responder. "Sería... una experiencia que no he tenido, suelo ser reservada, pero si es lo que deseas, estoy dispuesta a hacerlo", respondí, dejando que Julián metiera dos dedos en mi recto a través del ano que ya tenía lubricado de sobra.

“Que puta eres” dijo el jefe.

Las fantasías se entretejían con la realidad, y la charla revelaba capas más profundas de mis deseos y límites explorados. "¿Y si te pido que hagas algo que te cause cierta humillación, pero que al mismo tiempo te excite, como servir desnuda en mi casa de vacaciones durante toda una semana?", planteó Julián, su voz resonando con una autoridad que despertaba una mezcla de temor y deseo.

Cada palabra pronunciada era un paso más hacia la exploración de mis límites, y yo me encontraba en un estado de entregada disposición. "Lo haré, Julián. Estoy aquí para aceptar tus deseos, para que me folles cuando quieras, tú o quien tú digas y sumergirme en mi obediencia total hacia ti", expresé, mi voz reflejando la rendición que estaba dispuesta a ...

... experimentar.

Los límites de mis fantasías y la realidad se entrelazaban en una danza íntima, y las miradas entre Ramón, Julián y yo revelaban la complejidad de la conexión que estábamos formando.

Julián se sentó al lado de mi esposo, a la izquierda, me agarró de los pelos y llevó mi boca a su verga, que aún conservaba la dureza total y el sabor a mi coño.

https://drive.google.com/file/d/1LeRyetP-JDZ4rkGpSKi-OPRnJQ3b4rUB/view?usp=drive_link

La exploración de mis deseos y la aceptación de la humillación y obediencia se convertían en una expresión de entrega total a esta nueva realidad que estábamos construyendo juntos. Follada por mi marido, como siempre hasta ahora, pero inclinada sobre el vientre de Julián, con su polla en mi boca.

https://drive.google.com/file/d/1pj9HHQcN7rbyIdCeRomPzeMV_FCuHywa/view?usp=drive_link

La tensión en la habitación estaba cargada de un morbo palpable, y las palabras provocativas continuaban averiguando las profundidades de mis sentimientos y obediencia. Mientras avanzábamos en esta intrincada danza de sumisión, Ramón experimentaba una sensación única de placer, jamás había gozado tanto follándome como ahora por orden de su jefe. Jamás había tenido la polla tan dura al observar mi servilismo hacia Julián, mi manera de mamarle, al escuchar los sonidos guturales de su verga en mi boca.

Mis trabajos con la lengua y la boca, guiadas por las directrices de Julián, generaban una mezcla de emociones sin límite en Ramón: desde una especie de celos, ...