1. Por culpa de mi mujer me comieron el culo por primera vez.


    Fecha: 06/05/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Hetero Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hizo de inmediato, yo estaba tan complacido, que no lo tomé a mal.
    
    Es más después de que nos casamos, continuamos mutuamente con esa práctica, pero, no me conformé con convertirme en un chico metrosexual, como dicen, sino que a ella le agrada comprarme ropa para que luciera mi cuerpo.
    
    Por lo general pantalones bien cortos, camisillas sin mangas, y cosas así por el estilo, por lo que cuando me encontraba viajando en mi auto, con rumbo a una de las sucursales del banco donde trabajo como auditor.
    
    Como pensaba llegar primero al hotel registrarme y al siguiente día presentarme en la sucursal, decidí viajar de manera fresca.
    
    Por lo que, cuando se lo comenté a mi esposa, ella misma me buscó unos pequeños pantalones cortos, que desde el principio le parecieron demasiado cortos.
    
    Ya que sentía parte de mis nalgas por fuera, pero como mi esposa me dijo que me quedaban bien, que mis piernas se veían estupendas, por lo que no pensé más en eso.
    
    Al fin y al cabo, quien me iba a ver si iba a estar manejando, además de esos pequeños pantalones, me sacó también una camisilla sin mangas, que deja ver mis depiladas axilas, así como gran parte de mis pectorales y la totalidad de mis brazos, sin un solo vello.
    
    Después de unas cuantas horas de haber estado manejando sin detenerse, como ya había oscurecido y tenía algo de hambre, me detuvo en un pequeño negocio, aunque la mayoría de las veces he disfrutado bastante, el que las mujeres me observen.
    
    Esa noche ya dentro de ese ...
    ... negocio, me sentía algo incomodo por las miradas de parte de los presentes, por lo que sin llegar a pedir nada, me marché y decidí seguir hasta encontrar un negocio, con menos clientela.
    
    Lo que ya en las afueras de ese poblado, después de conducir una media hora más, finalmente halló otro negocio de comidas, detuve mi auto, y sin ponerle mucha atención a los alrededores, entré al negocio, únicamente había tres clientes, pero uno de ellos, valía como por diez.
    
    Al principio no me di cuenta, pero de momento me sentí que era observado, y al voltear la cabeza en dirección donde se encontraban esos tres tipos, los vi que me miraban las nalgas sin disimulo ni vergüenza alguna, por lo que decidí cambiarme de lugar y sentarme en una mesa.
    
    Aquellos tipos se decían algo en voz baja, y de momento su fuerte risotada rompía el silencio del pequeño local.
    
    Al principio me sentí bien orgulloso de lo bien que se veía mi cuerpo, sin un solo vello encima, pero después de un buen rato mientras terminaba de comer, me sentí incomodo por las insistentes miradas de esos tres, por lo que terminé de consumir lo que había pedido.
    
    Pagué y me disponía a marcharme, cuando el tipo grande me interceptó en la puerta, tomándome por el brazo, mientras que uno de sus compañeros me tomaba por el otro.
    
    Mientras que el tercero se colocó tras de mí, con una afilada navaja me puyó por las costillas diciéndole. “Mira caramelo, sigue caminando sin llamar la atención.”
    
    Al verse en esa situación lo ...
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