Hermione Granger y el Legado de Hogwarts 1 - Relatos Eróticos

Hermione Granger y el Legado de Hogwarts 1

... menesteres siempre te daba lo que necesitabas, de una forma u otra. Y ella necesitaba un amo.

Decidió confiar en la sala y, bajando las escaleras con cuidado, pudo atinar a ver a una persona. Decididamente no era lo que esperaba en primera instancia. Vio a una chica algo menor que ella, de unos dieciséis, de piel de un tono chocolate, ojos azules… y una larga melena de un vivo color rosa.

Iba ataviada con una larga capa roja con el león de Gryffindor en color dorado. Se encontraba en lo que parecía una sala de entrenamiento, como la que tenían cuando practicaban con el ejército de Dumbledore.

Al principio, Hermione dudó. La chica era atractiva, pero no le pareciera que tuviera madera para ser su ama. Hasta que ocurrió.

La chica hizo un pase con la varita y, sin pronunciar conjuro alguno, un rayo cayó sobre el maniquí… y este explotó, desintegrándose por completo. A Hermione el coño se le puso húmedo como una chaca, y sus labios vaginales podrían dar palmas.

Aquel estallido de poder era una magia superior a cualquier cosa que ella hubiera visto nunca. Si ese poder se extendía a más cosas más allá de la simple ofensa… podría hacer auténticas maravillas. La sala no le había fallado. Quizá no tuviera la moral para ser su ama, pero, decididamente, tenía el poder, y eso era muchísimo más importante.

Hermione se adecentó un poco, cubrió su desnudez y se aproximó lentamente a la joven, que se giró rápidamente cuando se aproximó. Buenos reflejos, eso le gustó a la ...

... castaña.

_ ¿Qué haces aquí? _ Preguntó la pelirrosa. _ Se supone que nadie puede entrar aquí.

No sonaba hostil, más bien curiosa. Aunque por la forma en la que se movía parecía que si Hermione intentase algo, estaría sobre aviso.

_ Oh, lo cierto es que buscaba el lavabo, me perdí y no sabía cómo volver. Estaba asustada. Necesitaba alguien que me ayudase. _ Inventó Hermione.

_ Oh, comprendo. _ Razonó ella. _ ¿Eres nueva? ¿Te han trasladado?

_ Algo así. _ Dijo Hermione.

_ Bueno, no te preocupes. Yo empecé a principios del año pasado y pude adaptarme. _ Extendió la mano. _ Me llamo Amelia Sawyer, un placer.

_ Yo soy Hermione Granger, un placer. _ Le estrechó la mano. _ Oye, a lo mejor peco de indiscreta, pero… Esa magia que acabas de usar… nunca había visto algo parecido. ¿Se enseña aquí, en Hogwarts?

_ Oh, eso. _ Amy se sonrojó un poco. _ Verás, es algo que yo puedo hacer. Soy sensible a los vestigios de magia antigua. No creo que tenga mucho sentido ocultarte nada, ya lo sabe toda la escuela.

_ ¿Sensible a los vestigios de magia antigua? _ Hermione se mordió el labio. _ ¿Y esa magia es muy poderosa?

_ Sí, por eso tengo que asegurarme de manejarla con cuidado. _ Amy continuaba a la defensiva, Hermione podía notarlo. _ En malas manos, podría ser peligrosa.

Hermione no necesitaba escuchar más, ahora sí que sabía, a ciencia cierta, que quería que Amy fuese su nueva ama. La sala le había quitado lo que más quería, pero al cerrar una puerta, había ...