Hermione Granger y el Legado de Hogwarts 1 - Relatos Eróticos

Hermione Granger y el Legado de Hogwarts 1

... abierto una nueva ventana.

_ Por suerte parece estar en buenas manos. _ Amy pareció relajarse un poco. _ Veo que también eres Gryffindor.

_ No es que lo esconda precisamente. _ Amy se rió. _ Quizá esta capa sea un poco exagerada, pero tenía frío y la tenía a mano.

_ ¿De dónde la sacaste? _ A Hermione le importaba bastante poco, pero la conversación intrascendente parecía relajar a Amy, hacer que bajase la guardia. Hermione comenzó a sacar lentamente su varita.

_ Pues, es una historia divertida, de hecho. Estaba en un cofre en la sala común, tuve que ir siguiendo unas llaves voladoras por todo el castillo. _ Contaba Amy. _ Fue divertido.

_ ¿Haces ese tipo de cosas a menudo? _ Hermione ya tenía su varita lista.

_ Perseguir llaves, buscar Gobstones perdidos… explorar cuevas en las Highlands… sí, digamos que me mantengo ocupada.

_ Eres una persona interesante sin duda, Amelia Sawyer. _ Hermione alargó mucho su sonrisa. Un pase con la varita y, finalmente. _ ¡Imperio!

Pudo notar en seguida que no iba a poder manejar a Amy como quisiera durante mucho tiempo. No se quedó del todo rígida, y se notaba se estaba resistiendo muchísimo. Calculaba que, en menos de un minuto, podría liberarse.

Pero el plan de Hermione nunca fue recurrir a la maldición imperius. Ella aún llevaba un pequeño frasquito de poción en uno de sus bolsillos. Esa poción rosa que había cambiado su vida. La descorchó y se la pasó a Amy.

_ Bebe. _ Ordenó, con firmeza.

A Amy le temblaba ...

... la mano mientras, de forma lenta pero inexorable, el frasquito llegaba a sus labios y se lo bebía. Se relajó en el acto, sus ojos se tiñeron de rosa… pero a diferencia de lo que había ocurrido en otras ocasiones… se quedaron así, de un color vivo y mágico.

_ Amy, me gusta mucho ese chaquetón que llevas, pero me gustaría más que te lo quitaras… de hecho, quítate toda la ropa.

_ Sí… _ Respondió ella, con voz monocorde.

El chaquetón, seguido del resto del uniforme, cayó al suelo, y Hermione observó a la joven bien formada delante de ella. Se relamió.

Amy tenía un cuerpo bastante atlético, ligeramente fibrado, su tono de piel chocolate entusiasmó a Hermione, que pudo observar su coñito durante unos segundos. Era rosadito, apetecible y cubierto de una leve capa de vello rosa.

_ ¿Follas a menudo, Amy? _ Preguntó Hermione.

_ Nunca lo he hecho. _ Confesó ella, sin alterar su voz.

_ Oh, no te preocupes, cambiaremos eso. _ Susurró Hermione. _ Pero fantasías, si has tenido, imagino.

_ Sí… fantaseo… a menudo. _ Emitió un ronroneo, la poción estaba haciendo efecto.

_ Sí, eso está bien. _ Hermione sonrió. _ Escúchame… ahora te voy a dar un orgasmo… y cuando lo haga… me convertirás en tu esclava.

_ ¿Mi esclava? _ Preguntó Amy.

_ Sí… tendrás total confianza en mí para que te sirva. No temerás ordenarme ningún capricho oscuro que tengas. Tanto en la cama como fuera de ella, seré tu fiel sirvienta, dispuesta a cumplir todos tus caprichos.

Hermione pudo notar ...