Un aprobado a cambio de mi virginidad
Fecha: 09/05/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos
... todas las respuestas, pensando que así conseguiría tener algo conmigo.
Salí de allí sin saber si ese tío iba preparado al examen o no, si pretendió ayudarme o simplemente quiso hacerme la puñeta. En cualquier caso, a la espera de saber los resultados, llegué a casa fingiendo que todo había ido fenomenal. Pude ver sus caras de incredulidad y no me hicieron ninguna gracia, así que solo me quedaba rezar para que haber hecho trampas diera resultado.
β No te preocupes, hija, dejaré que te presentes de nuevo.
β ¿Por qué dices eso?
β Porque no me esperaba que te lo tomaras tan en serio.
β Pero estás dando por hecho que voy a suspender.
β Solo digo que si sucedeβ¦
β Papá, ¿algún día confiaréis en mí?
β Nada nos gustaría más, Teresa, pero hasta ahora no nos has dado motivos.
β Si empiezo a dártelos, ¿me comprarás coche?
β Eso son palabras mayores.
β Y también la oportunidad de demostrar que confías en mí.
β Sigue poniendo interés, aprueba todo a la primera y ya veremos de dónde saco el dinero.
No podía negar que sí que sentía algo de remordimientos de conciencia por estar engañando a mi padre, pero, en mi defensa, debo decir que en esa ocasión sí que había intentado hacer las cosas bien. No era culpa mía que sacarse el carnet de conducir pareciese tarea únicamente para superdotados. Los días que faltaban hasta que se publicaran las notas del examen se me iban a hacer eternos.
Traté de vivir esos días con normalidad, pero todos parecían ...
... empeñados en hacerme saber que pendía sobre mí una responsabilidad enorme. Si aprobaba estaría obligada a seguir demostrando que había cambiado y si suspendía ya nadie volvería a confiar en mí jamás. Era como una especie de selectividad en la que no se ponía un juego el acceso a universidad, sino mi credibilidad y el valor de todo lo que hiciese o pretendiera hacer en el futuro.
Nunca había sentido tantos nervios como el día que salieron las notas. Yo, que tenía fama de despreocupada, era incapaz de mirar los resultados. Estaba sentada delante del ordenador, tratando de reunir el valor suficiente para verlos, cuando apareció Esperanza, dispuesta a dejarme claro de nuevo que no confiaba en mí. En ese momento me armé de valor y miré la pantalla para descubrir que el chico que me había chivado las respuestas las clavó todas.
β ¿Qué tienes que decir ahora, lista?
β Que no me creo que no hayas fallado ni una sola pregunta.
β Es lo que tiene tomarse las cosas en serio.
β Pero si tú no distingues el volante del pedal de freno.
β Eso que siguientes se llama envidia.
β Da igual, no vas a aprobar el examen práctico en tu vida.
β Te volverás a comer las palabras.
β Tarde o temprano lo acabarás cagando, esto especialidad.
β Ve olvidándote de que te lleve a ningún sitio con mi coche.
β Tranquila, no me subiría contigo ni borracha.
β Mejor, porque seguro que luego no consigo quitar tu apestoso olor.
Tenía tan poca fe en mí misma que no había dedicado ...