The boy next door 3 - Relatos Eróticos

The boy next door 3

Primero de febrero. Ha pasado ya una semana desde el "incidente" con Guille y digamos que han sido unos días un poco raros. Desde que vivo con él me ha dejado claro ya varias veces que es una auténtica bestia en la cama, pero lo que nunca hubiese imaginado es que le gustara que le dieran por el culo.

Ahora todo encaja; la noche antes, cuando trajo a esa chica, recuerdo lo que gritó él; "¡Métemelo del todo!". A menos que no hubieran estado jugando un futbolín y yo lo hubiera malinterpretado todo, es evidente que esa chica le estaba metiendo ese dildo negro por el culo. O quizá estaba usando otro, al fin y al cabo, si ya tiene uno, ¿por qué no iba a tener más?

Aquella noche volví corriendo a mi habitación, me desnudé del todo y me estuve pajeando durante un buen rato en mi cama, con las piernas bien abiertas. En parte porque estaba muy excitado y en parte porque por alguna razón esperaba y deseaba con todas mis fuerzas que después de lo que había pasado Guille viniera a hablar conmigo. Después de todo yo ya lo había pillado a él, y si él me pillaba a mí pajeandome justo después los dos tendríamos todas las cartas sobre la mesa y entonces solo habría dos posibles resultados; o Guille se abría de piernas y me pediría que le follara el culo, dilatado y húmedo por el dildo, o se formaba una situación aún más incómoda que solo se podría solucionar fingiendo demencia por ambas partes y tener la convivencia probablemente más tensa de la historia.

Sea como fuere, la idea de ...

... Guille viéndome desnudo y tocándome me excitaba muchísimo en ese momento, aunque para mi desgracia no apareció. Y una vez me corrí me sentí la persona más tonta del mundo. Esa noche no tenía nada de sexy, había sido violento y nadie iba a abrir la puerta de mi cuarto para ofrecerme culo.

Esa noche dormí del tirón. Guille no me ha dirigido la palabra en toda la semana para nada que no tuviera que ver con cosas puramente logísticas de la casa y se ha pasado la mayor parte del día encerrado en su cuarto.

Como decía, hoy justo ha pasado una semana de aquello y esta noche mes espera una cena cuanto menos tensa. Hace un par de semanas que los padres de Guille nos invitaron a él y a mí a cenar en su casa esta noche. Yo pensaba que con todo lo que había pasado les iba a dar una excusa barata y lo íbamos a dejar estar, pero anoche me sorprendió cuando coincidimos sin querer en la cocina por la tarde y aprovechó para recordarme lo de la cena. Yo hoy hago horas extra hasta bastante tarde así que quedamos en que él me vendría a buscar directamente al trabajo y desde allí iríamos directamente a casa de sus padres.

Después de incontables horas de redactar e-mails y fingir que trabajo en cosas superimportantes recibo un mensaje de Guille diciéndome que está abajo esperándome y recojo mis cosas lo más rápido que puedo como si me acabaran de sacar de prisión. Vender tu tiempo y energía a cambio de dinero es la estafa mejor vendida de la historia y a mí no me pagan lo suficiente.

Veo ...