The boy next door 3 - Relatos Eróticos

The boy next door 3

... acostumbrado a tener a Guille siempre por aquí, aunque de pronto caigo en que es la ocasión perfecta para hacer algo que llevo queriendo hacer desde hace días; entrar en su habitación. Tengo algunos problemas con respetar la intimidad de los demás, pero supongo que mientras no se entere nadie no tiene por qué pasar nada.

La habitación de Guille está más o menos igual que la última vez que entré; desordenada y oliendo a sexo, aunque ya hace días que no oigo que se traiga a nadie. Supongo que con ese pollón que ahora de que tiene le basta para inundar su cuarto de ese olor a semen y a sudor que de alguna forma me pone cachondo.

En el escritorio falta su portátil, supongo que se lo ha llevado esta noche para jugar a esos videojuegos suyos en casa de sus padres. Rebusco bien en todos los cajones y lo único que encuentro que me llame la atención son unos condones. Estoy a punto de rendirme cuando veo que una vieja caja de zapatos asoma de debajo de la cama. La saco de ahí y la abro con las manos un poco temblorosas, como un niño que sabe que está haciendo algo malo. Eureka, dentro está lleno de todo tipo de juguetes sexuales; hay unos cuantos dildos, incluido el de la otra noche, unas bolas chinas, unas esposas, varias pinzas, un collar de perro con una correa y lo que parece ser una jaula de castidad. Eso último me deja de piedra. La imagen de Guille encerrándose esa polla enorme que tiene me pone a cien. A saber con quién usa estas cosas, si hay alguien que le ordena ...

... que se humille así.

Voy a cerrar la caja cuando me fijo en un folleto arrugado al fondo de esta, y lo que hay en él me deja de piedra. Es de una web llamada PlasmaClub.com. En el folleto salen toda una serie de chicos en lo que parece ser un tanga, pero todos con la polla dura, haciendo que la tela se tense y a algunos se les vea el rabo por el lado. Y de repente lo veo, ese pelo castaño y esos ojos marrones, los reconocería en cualquier parte. Guille, bajo el nombre de Fernando, posa frente a la cámara con una sonrisa de oreja a oreja. Tiene el cuerpo lleno de aceite y lleva un tanga gris que no deja nada a la imaginación. Está colocado de frente, sentado con las piernas algo levantadas, haciendo que se le vea la polla durísima bajo la prenda. Se le salen un poco los huevos por los lados y lo mejor de todo es el culo, que al levantar las piernas se le ve prácticamente todo a excepción del ano, que lo tapa el delgado hilo del tanga.

Mi polla se pone dura casi al momento y corro a mi cuarto con folleto en mano. Tengo que teclear el nombre de la web 3 veces para escribirlo bien y una vez dentro empiezo a buscar la foto de Guille entre todos esos modelos semidesnudos.

Tras unos minutos lo encuentro, tiene puesta la misma foto que en el folleto, aunque allí me encuentro con muchas más. En el apartado de galería hay al rededor de cincuenta fotos de él posando de todas las formas. Tiene unas cuantas con el tanga pero también otras totalmente desnudo, aunque siempre con una ...