El aniversario - Relatos Eróticos

El aniversario

... el coño; era un vibrador, en el momento en el que comenzó a vibrar me puse como loca de nuevo, jadeando, gimiendo, gritando…

DARIO: Me levanté y cogí un vibrador y un consolador. Con él en la mano me situé sobre ella y comencé a chuparle las tetas, le lamía los pezones, le mordisqueaba todo. Le puse el consolador en la boca “Chúpalo”, dije. Cuando comenzó a chuparlo le metí un vibrador en el coño y lo activé. Comenzó a estremecerse y jadear de nuevo, gritaba como una posesa y eso acabó de darle a mi miembro los motivos que necesitaba para ponerse duro de nuevo.

ELSA: “Aaaaaaaaaaaa.”, una, dos, y hasta tres veces… me quitó el consolador de la boca y sacó el vibrador de mi coño para ponérmelo en los labios y ver lo lleno de jugos que estaba, lo lamí mientras él me metía los dedos por mi coño, jugando con los labios y los jugos. Yo ya no podía más. Sacó el vibrador de mi boca y me dio un buen beso con su lengua con sabor a nata y flujo vaginal mientras no paraba de acariciarme. “Te has portado bien, voy a desatarte…” Me quitó el antifaz de los ojos y se dirigió hacia mis pies para quitarme las esposas.

DARIO: Iba alternando ambos aparatos entre su boca y su coño, la besaba con mi sabor a nata y flujo. La puse a mil. Decidí que era el momento de quitarle el antifaz. Llegaba mi momento. Por fin iba a follarme su precioso y estrecho culito y ella todavía no lo sabía. Me excitaba que me viese taladrando su ano. Le quité las esposas de las piernas para poder doblarla por ...

... la cintura y tener acceso a su agujero trasero.

ELSA: Esperaba que me liberara también de las manos pero, no lo hizo. Acarició un poco su polla con mis tetas hasta que se puso bien tiesa de nuevo “Levanta bien las piernas hacia arriba, todo lo que puedas, como si quisieras tocar el techo con los pies” Yo lo hice y él se colocó de rodillas en la cama. Comenzó a untar todo mi ano de crema lubricante. ¡Dios! ¡Me la iba a meter por detrás! Algunas veces me había propuesto sexo anal, pero yo siempre le decía que no por miedo al dolor. Ahora estaba tan excitada y un estado mental de sometimiento que no dije nada, aunque comprendí lo que iba a pasar. Cuando hubo lubricado mi culo, me miró con picardía “Voy a desvirgarte tu último agujero aaaaahhhhh” mientras introducía su polla en mi culo muy despacio.

DARIO: Le pasé la polla por las tetas y le pedí que levantase las piernas. Elsita obedeció inmediatamente dejando su ano a mi merced. Me arrodillé en la cama y comencé a llenarle todo el culo de crema lubricante y a meterle el dedo. Me sorprendió que no dijese nada. “Voy a desvirgarte tu último agujero … “ no pude acabar la frase y grité de placer como un loco.

ELSA: Comenzó a dolerme, “frótame el clítoris le pedí” y comenzó a hacerlo. Yo iba sintiendo como poco a poco se iba metiendo dentro de mí. Mi culo se fue dilantando y del dolor pasé a una sensación extraña, placentera, lancé un gemido y con el masaje de clítoris me corrí. Él siguió metiéndomela, cuando llegó hasta el ...