Acompañantes - 3 Susan - Relatos Eróticos

Acompañantes - 3 Susan

ACOMPAÑANTES – 3 – SUSAN

Susan, fue la segunda aspirante en ser recogida de su domicilio ella tras abandonar la residencia de las monjas, residía en casa de una compañera de la universidad, su vida no era muy recatada, de una chica que había vivido con monjas, era todo lo contrario, estaba harta de la vida monacal, no podía ver a una monja para ella eran auténticas tiranas con todas aquellas chicas que habían vivido en unas condiciones como las que ella mismo había experimentado.

Tras un largo trayecto que había durado una hora escasa, llegan a una finca donde se podía ver a simple vista que el propietario no era precisamente un muerto de hambre, se dedicaba a la cría de ganado lanar, en realidad era el ganadero más importante del pais en lo que se refería a ganado ovino, primer exportador de lana a nivel particular de toda Europa, su mercado llegaba a gran parte del extranjero, exceptuando Australia, Argentina, Rusia, Nueva Zelanda, Uruguay y Sudáfrica.

Fue conducida al despacho principal de la casa, allí se encontraba un señor ya mayor, tendría unos 75-80 años, pelo canoso, complexión fuerte, se le notaba que en su juventud había trabajado muy duro, tenía una voz que imponía respeto, daba la sensación que vivía amargado, enfadado con todo el mundo, que no se casaba con nadie, las cosas se tenían que hacer como él quería, que por menos había despedido a personal que llevaba trabajando con el mas de 20 años, nadie se atrevía a llevarle la contraria, por temor a ...

... represalias, sus ojos mostraban odio hacia las personas y a todo aquello que se opusiese a sus ideas.

Se levantó de su sillón camino hacia Susan, la vio varias veces de arriba abajo y tras un silencio sepulcral le dijo.

- Chica, cómo te llamas, cuántos años tienes, que estudios tienes que idiomas hablas, tienes más familia, de dónde eres?

- Me llamo Susan, tengo 33 años me faltan 2 asignaturas para terminar la carrera de farmacia, hablo 3 idiomas Ingles, Francés y Español, soltera y sin hijos soy inglesa, educada en un convento de monjas y me fui porque estaba harta de las monjas.

- Bueno, bueno, me parece que nos vamos a entender, por tu manera de contestarme eres de armas tomar, no admites un no por respuesta, aquí no tendrás un no, tendrás una orden mía y si no se cumple de inmediato tienes detrás de ti la puerta por la que entraste, la abres y te largas, quiero obediencia total, mis órdenes son tajantes y se tienen que cumplir si o si, entendido. Mi nombre es James O’Neal, almorzaras con migo, desayunaras con migo y cenaras con migo, tu dormitorio está en la planta superior, segunda puerta a la izquierda, el mío es la última puerta al fondo del pasillo en la planta superior, está prohibido entrar en mi dormitorio sin mi permiso, para el resto del personal de la casa, eres mi secretaria particular, ordenaras las labores del personal doméstico, estarán bajo tus ordenes el personal de cocina y de limpieza, y tendrás que cumplir mis órdenes te gusten o no.

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