Sofía
Fecha: 16/05/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: charlines, Fuente: TodoRelatos
... es muy bonita y recogida, creo que será suficiente con ese tiempo, posiblemente al principio necesite las seis horas, pero luego me sobrará con cuatro. ¿podría elegir las horas, o las pone usted?
Será cuestión de llegar a un acuerdo, usted proponga.
Me gustaría poder hacer las seis horas seguidas mañana a la mañana y así dejarme organizado el trabajo para cuando usted disponga. Creo que después me será suficiente con las cuatro horas. ¿Tiene usted aspiradora, productos de limpieza, trapos y demás utensilios?
Aquí, en este armario está todo lo que tengo.
Creo que no hace falta nada, en caso contrario le haría una lista.
Perfecto, entonces mañana la espero. ¿a qué hora vendrá?
Las nueve será buena hora.
Pues queda dicho, mañana a las nueve.
SOFÍA
Parece un trabajo fácil y el hombre, aunque mayor, parece buena persona, al menos no me ha comido con los ojos. La casa es una monada y se puede hacer en poco tiempo, creo que no me dará mucha plancha, algún pantalón, camisas y las sábanas. Parece un buen hombre y aunque me ha mirado entre las piernas cuando me senté, rápidamente subió la cabeza.
No sé por qué siempre he sentido debilidad por los hombres mayores, esa tranquilidad que desprenden, me pone, ya estoy excitada solo de pensar en esas manos sobre mis pechos y en mi sexo, menudas manos, con esos dedos tan gordos.
PABLO
Tras marcharse Sofía, mi polla aún seguía morcillona, esa chiquilla era un monumento, un regalo para la vista y la ...
... imaginación. Podía sentir esa boca rodeando mi polla, algo delicioso, seguro que era capaz de tragarla entera. Sus pechos duros y erguidos llamaban a ser lamidos, chupados y hasta mordidos. Ese culo y esas piernas aventuraban un cálido y fogoso sexo, que seguro se desharía en mi lengua haciendo que se retorciera de placer.
El día transcurrió en ensoñaciones sobre lo que Sofía sería capaz de hacer, de aguantar, de sentir. Me preparé la cena y me senté frente al televisor para ver una serie. Me quedé dormido, seguramente por la excitación del día. Sobre las tres de la mañana mi vejiga me despertó y tras pasar por el baño me fui a acostar. El despertador me levantó a las ocho de la mañana, tenía que vestirme y estar decente para esperar a Sofía, esa mañana, la tendría a ella entera para mí. A las nueve de la mañana en punto, sonó el timbre. Ahí estaba con un ajustadísimo vestido que marcaba todas sus curvas. Me quedé impresionado ante tan escultural mujer.
Buenos días don Pablo, ¿puedo cambiarme en la habitación pequeña?
Claro, Sofía, pasa, pasa.
SOFÍA
A este hombre solo le ha faltado abrir la boca y dejarla así todo el día. Ya verás ahora cuando me vea salir. Me he puesto muy cachonda solo de pensar en excitarle, creo que al final tendré que acostarme con él, para poder calmar mi calentura. Mientras me desvestía, acaricié mis pechos para poner bien tiesos mis pezones, tiré de ellos para que obtuvieran su máxima largura unos dos centímetros, quería que se marcaran en mi ...