1. Si quieres hacerte una paja, por mí no te detengas.


    Fecha: 18/05/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    Si quieres hacerte una paja, por mí no te detengas.
    
    Cuando él tenía, entre 18 y 19 años siempre fui un chico problema, fue cuando lo conocí íntimamente, ya que, de una forma, u otra lo fui llevando poco a poco a conocer los placeres del sexo, con otro hombre.
    
    Un día, en que entró en mi pequeña tienda que estaba cerca de su casa, dando tiempo a que su madre se fuera a trabajar, me di cuenta de que no tenía ninguna intención de dirigirse al instituto donde estudiaba, por lo que yo le busque conversación, ya que lo conocía de hacía tiempo, y él siempre que podía paraba a comprar en mi negocio.
    
    Mientras hablábamos de no sé qué, le comenté que se acercaba su madre, lo que, en cierta manera, hizo que él se puso algo nervioso, y lo vi bastante preocupado, hasta que le dije de pronto. “Si tú quieres te puedes esconder en la parte de atrás, y cuando tu mamá, terminé de pasar te aviso”.
    
    En ese instante, a él le pareció la mejor idea del mundo, rápidamente pasó a la tras tienda, claramente escuchó la voz de su madre, pidiéndome que le vendiera unos cigarrillos, y después de eso se marchó.
    
    Al poco rato entré a la tras tienda, y le dije que ella ya se había marchado, pero que, si él quería, se podía quedar viendo algunas revistas dando tiempo a que se marchase su mamá, y al terminar de decirle eso regresé al frente de mi tienda.
    
    La idea le pareció buena, así que se sentó en una pequeña cama que tengo en ese lugar, además de cajas de varios productos, un pequeño baño, ...
    ... un pequeño televisor portátil, y una gran cantidad de revistas, colocadas sobre mi mesa de noche.
    
    Hasta ese momento, no se había fijado en las revistas, pero cuando lo hizo de inmediato atraparon toda su atención, eran revistas de mujeres desnudas, cosa que luego me comentó que, él en su vida no había visto tantas y tan de cerca.
    
    Otra cosa era el tener la revista entre sus manos, en las que la mayoría de las fotos presentaban a las chicas completamente desnudas y mostrando claramente su coño.
    
    El chico se quedó como hipnotizado, ojeando rápidamente una revista tras otra, hasta que regresé a la trastienda.
    
    En ese momento, me di cuenta de que le dio algo de vergüenza, y sin saber qué hacer, comenzó a despedirse, queriendo llevarse, aunque fuera una sola de mis revistas.
    
    Pero le dije de inmediato. “Si quieres verlas, puedes hacerlo aquí, pero no te las lleves, después te la encuentra, tu madre y me metes en tremendo problema”.
    
    Rápidamente se dio cuenta de que yo tenía toda la razón, pero antes de que él decidiera seguir su camino, le volví a decir. “Si quieres verlas, puedes hacerlo, pero aquí, además nadie te va a molestar.”
    
    Tras lo cual salí nuevamente de la tras tienda, regresando al negocio, desde ese día por las siguientes semanas, él era un asiduo visitante a mi tras tienda.
    
    En ocasiones le daban unas tremendas ganas de masturbarse, pero se las aguantaba hasta seguramente llegar a su casa, hasta que un día mientras veía unas de las fotos, comenzó a ...
«1234...»