Si quieres hacerte una paja, por mí no te detengas.
Fecha: 18/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Transexuales
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
... él no le molesto.
En las siguientes ocasiones en que, pasaba a visitarme, sin perder tiempo comenzaba a masturbarme, cosa que le comenzó a gustar mucho, y así continuo hiendo a mi tienda una y otra vez, hasta que un día, le pregunté si me dejaba tocar sus nalgas, al tiempo que sacaba otro billete y lo colocaba nuevamente en su bolsillo.
Por lo que sin pensar en las consecuencias me dijo que sí, además, me di cuenta de que las fotos de las chicas no le llamaban tanto la atención, como el ver mi erecta verga entre sus dedos y el sentirla en sus manos.
Aparte de eso, ya me había comenzado a preguntarme a mí, si él era marica, ya que en ocasiones cuando veía a una de esas chicas en las fotos se ponía a imaginarse que él era una de ellas.
En ese momento, calmadamente se bajó tanto los pantalones como sus interiores, y sin que yo se lo pidiera se los quitó completamente, y en mi rostro vio, una gran sonrisa de satisfacción.
Tomé asiento en la cama, y suavemente comenzó a pasar mis dedos por sobre sus nalgas, lenta y suavemente.
Con toda mi calma continúe acariciando sus paradas nalgas, hasta que, de la misma manera suave, y constante, continúe presionando mis dedos entre la unión de sus nalgas.
Lo que, en cierta forma, y manera me di cuenta de que le estaba agradando bastante, casi como un susurró le pedí que abriese un poco sus piernas, lo que cuando terminó de hacerlo, continuó sintiendo la yema de mis dedos entre sus dos nalgas, hasta que llegue a donde ...
... debía llegar, a todo el centro del medio del hueco de su apretado culito.
En ese instante dio un pequeño respingo, cuando mis dedos le comenzaron a tocar más profundamente.
A medida que yo lo tocaba, por su parte comenzó a masturbarse, y cuando sintió mis dedos acariciando su esfínter, sin poder controlarme finalmente se vino.
En esos momentos me detuve, le di una suave nalgada y le dije que nos veríamos otro día.
Él estaba tan deseoso de que yo le volviera a acariciar sus nalgas, que al día siguiente después de que salí del instituto, se dirigió directamente a mi negocio, como de costumbre, pasó a la tras tienda, y de inmediato se quitó toda su ropa.
Por no dejar mientras me esperaba comenzó a ojear unas nuevas revistas, en las que cuando se dio cuenta, se trataba de chicos con tetas, algunos vestidos de mujer, pero a los que en su mayoría otro hombre se encontraba tras ellos empujándole la verga.
Esas imágenes capturaron toda su atención, luego un tiempo después, me confesó, que deseo ser una de esas chicas, o chicos a los que le empujaban esas vergas.
Pero, en ese momento al yo entrar a la tras tienda, dejó de ver las fotos, él no quería que me diera cuenta de que las estaba viendo.
Al paramé a su lado, se puso de pie, y me dio un abrazo, y de inmediato comencé a toquetear todo su culito, lo que le agradó mucho.
Tomé asiento en la cama, y él se colocó de espaldas a mí, abriendo ligeramente sus piernas, y mostrándome todo su apretado culito, el cual ...