Mi esposa y la Pandemia. Capítulo
Fecha: 23/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos
Capítulo 8: Descubriendo a Antonia, la amante de Maite
Después de realizar mis necesidades básicas, me fui a ver qué pasaba con las “putas lesbianas”, por lo que primero fui a ver el cuarto de invitados donde suponía que estaban Maite y Anto, pero no estaban, lo que me sorprendió, pues mi casi ex mujer, no es de levantarse temprano, por lo que pensé que sería más tarde de lo que supuse y me dirigí a la cocina, tampoco estaban, por lo que me puse a desayunar antes de ponerme a indagar dónde estaba el parcito de lesbianas. Miré el reloj de la cocina y me percaté que era un poco más de las nueve de la mañana, demasiado temprano para Maite, pero no la iba a llamar, si ella quería algo de mí, que tomara la iniciativa.
Mientras desayunaba y divagaba sobre lo acontecido sentí que la puerta de entrada se abría, supuse que las dos locas volvían de donde fuese que hubiesen ido, por lo que no me inmuté en lo absoluto y seguí comiendo mis tostadas sin apuro.
Contrario a lo que yo suponía, la recién llegada a casa era Sofía, ¿¡Es que todos tienen llave de mi casa!?, ella pese a lo cansada que se veía, me sonrió al verme, dejando su bolso en el suelo se acercó a mí y me dio un morreo de padre y señor mío.
Sofi: Hola corazón, no sabes lo lento que sentí el paso del tiempo en el turno y eso que hubo muchas criaturas con estados gripales.
Yo: Hola Sofi, me alegra verte nuevamente, pensé que irías a tu casa después del turno
Sofi: Coordiné con Maite que te vería ahora, ya ...
... que más tarde solo dormiré y en casa de mis padres están tus pequeños demonios, que como es natural juegan mientras uno quiero dormir, aquí hay más paz
Yo: ¡Oh! Si claro…
Sofi: ¿Aún no te duchas?...
Yo: No
Sofi: ¿Tal vez podríamos ducharnos juntos?
Yo: ¿En serio? pregunté cándidamente, mientras recapacitaba, descubriendo por fin el motivo por que el par de furcias no estaba en casa.
Sofi: Sí, pero antes quiero comer algo, tengo mucha hambre, dijo con una sonrisa encantadora
Yo: Siéntate, que te preparo algo.
Sofi: No entiendo a mi hermana…
Yo: ¿En qué?
Sofi: En todo, pese al acuerdo que logró contigo, aún no entiendo el arriesgar su matrimonio y a no tenerte más, por el estúpido capricho de tener un bebé con Anto….
Yo: Yo tampoco, pero ya no me rebano el cerebro por eso.
La acompañé al desayuno y luego nos fuimos muy tranquilamente a la ducha, la cual fue con gran parsimonia dado el natural cansancio de Sofi, pero sin restar calidez y pasión.
La ayudé desnudarse y mientras hacía eso, aprovechamos de acariciarnos y besarnos como si fuéramos novios, la verdad es que mis sentimientos por Sofía iban cambiando momento a momento, pasando de ser el de “la hermanita menor”, a uno de “mi deseada amada amante” ¿Extraño no?
Estábamos al interior de la ducha con nuestros cuerpos mojados y jabonándonos, cuando mi verga se endureció como una barra de acero al tungsteno, tanto que la puse entre sus piernas para pasarla por su rajita del coño, ella me ...