Mi esposa y la Pandemia. Capítulo
Fecha: 23/05/2025,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos
... masturbaba el clítoris y con la otra se amasaba las tetas, la verdad es que yo tengo una fijación por las tetas, pero Sofi sorprendentemente me superaba en ello, al parecer le encantaba que se las tocara o simplemente tocarse ella.
Así transcurrió algunos minutos donde su estrecho anito apretaba mi hombría y su culo se movía como una centrífuga y sus cachetes me rozaban mi pubis, mi cuñadita era una súcubo engolosinada al ser envergada… Hasta que su apasionada calentura desencadenó que se corriera por su propia mano, mientras yo le llenaba el culo de los restos de leche que no sé cómo me quedaban.
Cansados de follar, regalonear, jugar y acariciarnos,la dejé en paz y me fui a duchar. Necesitaba recuperarme de la tremenda follada y culeada que le había dado a Sofi, la cual se quedó feliz en la cama, ya que su turno había sido muy pesado según ella, jajaja. No pasó más de un instante mientras tomaba otra toalla para secarme, cuando la vi que ya dormía plácidamente.
Una vez vestido pensé en llamar a Maite, pero como si la maldita puta me leyera el pensamiento entró a la casa acompañada de Anto, y me saludó con una sonrisa de esas que ella me daba para enamorarme… lo sé, soy un cornudo imbécil, pero no puedo convencer a mi mente y corazón de olvidar los últimos quince o más años de que somos pareja. Lo único que me reconfortó ante su aparición con su amante, fue que acababa de follar a su hermana y le había roto el orto, jejeje, le sonreí yo también.
Maite: Hola mi ...
... amor, hemos venido a buscarte para ir a por lo niños e ir al Zoológico
Yo: ¿Y entonces qué hace Anto aquí?, pregunté algo malhumorado
Anto: Iré con ustedes, dijo sonriendo con una mueca
Yo: Pero los niños…
Maite: Ya conocen a Anto y les cae muy bien y saben que con su mamá son muy amigas
Yo: Amantes dirás…
Maite: No seas pesado, podemos convivir todos sin pelearnos, ¡Vamos!
Que les puedo decir, soy un cornudo mangoneado por mi infiel esposa, pero ya llegarán los tiempos de revertir aquello, pero por lo pronto no sabía cómo y estaba bailando su baile.
Pasamos por los niños a casa de mi querida suegra, y fuimos al Zoológico, debo reconocer que lo pasamos bien, tal vez porque yo también tengo algo de niño. Lo único que me molestó fue el ver a Maite y Anto tomadas de la mano bromeando con los animales, en especial comparándome con un “amistoso oso” que tomaba el tibio sol.
Luego almorzamos donde mis aún suegros, luego dormí una breve siesta en la antigua habitación de Maite, dejando a los niños ir a casa, acompañado de las dos furcias. No quería a Anto en sus vidas por lo que intenté oponerme sin mucha convicción, casi como siempre como “macabeo” casi me convencer, pero esta vez fui apoyado por mi suegra.
Suegra: Vamos Claudio,no ves a los niños muy seguido, te acompaño.
Yo: Pero están con Anto y Maite
Suegra: Esa Anto me tiene harta con su sola presencia, vamos.
Cuando acompañado por mi suegra Olivia llegamos a mi casa eran las tres de la ...