Mi esposa y la Pandemia. Capítulo - Relatos Eróticos

Mi esposa y la Pandemia. Capítulo

... sonrió con malicia y siguió mi suave cadencia

Yo: ¿Estás cansada?

Sofi: Eh…para esto contigo nunca, jejeje

Yo: Que bueno corazoncito, le dije tiernamente, tal como le decía antes a Maite, por que hoy pienso partirte el coño y el culo.

Sofía: ¿En serio?, jajaja, no me mientas… que si no…

Yo: No te miento, jejeje

Sofía: Que bueno, dijo con su cara iluminada, jejeje, sigue que está muy buen.

Seguí con mis pasadas de verga hasta que ella comenzó no solo a seguir junto conmigo el ritmo del juego, si no que, a acelerarlo. Pronto ambos estábamos por corrernos, por lo que traté de controlarme, así que me despegué un poco y ahora yo recorría el hermoso cuerpo de Sofi, casi con desesperación. Sofi si bien se parecía a Maite, era una versión más fina de la voluptuosa, y al igual que ella su florecimiento había sido tardío. Continúe amasando sus tetas, su culo, su espalda… la tomaba de la cabeza para besarla profundamente, mi excitada cuñadita me atraía hacia ella, tanto que en un momento me dijo:

Sofi: ¡Métemela ... que no puedo más, métemela!

Yo: ¿No quieres que te coma el coñito?, dije para darme tiempo a bajar mi libido y no correrme como un novato.

Sofii: Me estoy derritiendo de caliente, métemela, la quiero adentro.

Yo: Pero me correré de inmediato, traté de aclararle, yo también estoy como tú.

Sofi: Métemela cabrón, la quiero adentro, no me importa que te corras en dos segundos, después si quieres me comes el coño, pero la quiero adentro, dijo ...

... con una violenta urgencia, desconocido en ella.

Ante el desenfrenado deseo y enojo que imprimió en sus palabras, doble mis rodillas y tomándola por el culo la levanté apuntando mi verga en la entrada de su agujerito, luego mirándola a sus anhelantes ojos claros, la deje bajar tan lentamente como pude, mi verga se fue abriendo camino en su apretado coñito.

Su mirada de placer cambió por un instante como si le hubiese tocado el alma, lo que me sorprendió, para luego volver a cambiar, de pronto sus ojos se mostraban como un fuego que lanzaba chispas de placer y lujuria. Viendo el efecto de mi incursión, comencé un mete saca cadencioso,lento pero profundo… mis brazos ya no la podían sostener mucho más tiempo, por lo que la tuve que ponerla contra la pared de la ducha y seguir dándole todo mi amor.

Sofi: Mmm…está muy bueno, lo necesitaba mucho, dijo con una voz lujuriosa ...

Yo: Lo note, jejeje

Sofi: Si quieres nos podemos sentar en el borde de la tina, te noto cansado

Yo: Mmmm…sí creo que es mejor, ya no siento los brazos.

Sofi: Mmmm, pero no la saques de donde está, no quiero perder la inspiración.

Así fue que nos sentamos sin sacarla, no fue fácil pero lo logramos, ahora ella con sus piernas marcaba el ritmo de la follada. Dado lo caliente que estábamos no fue por mucho rato, pero lo poco rato que pasamos en ello, fue grandioso… finalmente los dos nos corrimos como posesos, y pese a que le avisé que lo hacía, ella se dejó llevar al sublime clímax que nos ...