1. Papá cuidará de ti


    Fecha: 30/05/2025, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    Las modas llegan y después se van, pero hasta que esto último sucede hay alguien que gana mucho dinero. Hay que tener talento para marcar tendencia y sobre todo para darse cuenta de con qué se puede seducir al público en cada momento. Yo no destacaba en nada, aunque no me hizo falta para encontrar la forma de lucrarme en muchos sentidos.
    
    Acababa de cumplir los veinticinco años cuando mi hija nació. Ya desde el mismo día en que llegó al mundo se ganó el apodo de "niña milagro", porque llevaba el cordón umbilical alrededor del cuello y aun así consiguió sobrevivir. Nunca en mi vida lo había pasado tan mal, pero, por suerte todo terminó bien y tanto ella como mi mujer estaban perfectamente.
    
    A Merche, mi esposa, la había conocido tan solo un año antes. Nos presentaron unos amigos en común y desde el primer momento hubo una conexión que jamás habíamos sentido ninguno de los dos. Desde ese día ya no pudimos separarnos y a los tres meses se quedó embarazada. Fue entonces cuando tomamos la, quizás precipitada, decisión de casarnos.
    
    Nadie de nuestras familias nos comprendió, pero a nosotros nos dio igual. Entendíamos que estábamos en esa edad en la que debíamos hacer todo lo que nos apeteciera sin pensar en las consecuencias. Yo por entonces no tenía un trabajo demasiado bien pagado, y ella tampoco, pero nos pudimos permitir alquilar un piso en nuestro barrio.
    
    Durante los primeros meses nada hacía indicar que nos hubiésemos equivocado. Vivíamos nuestro amor día a día, con ...
    ... la ilusión de que en poco tiempo veríamos al fin la cara de nuestra niña. Fue un auténtico camino de rosas que comenzó a torcerse justo el día del parto, tras el susto por estar a punto de perder a nuestro bebé.
    
    - Joder, Poli, pensaba que la perdíamos.
    
    - No pasa nada, está todo bien.
    
    - ¿Cómo que no pasa nada?
    
    - Al final ha quedado en un susto.
    
    - Se nota que no la has llevado tú dentro estos nueve meses.
    
    - ¿Por qué dices eso?
    
    - Da igual, todavía no hemos decidido el nombre.
    
    - Ya sabes que yo quería llamarla Carmen como mi madre.
    
    - Ese no es nombre para una estrella de este siglo.
    
    - ¿Estrella?
    
    - Esta niña va a triunfar, lo presiento.
    
    - ¿Y cómo debería llamarse una triunfadora de esta época?
    
    - Sheyla.
    
    - Me parece un nombre horrible.
    
    - Pues ya te puedes ir acostumbrando.
    
    - ¿No tengo derecho a participar en la decisión?
    
    - Decidirás con el siguiente hijo, si lo pares tú.
    
    Pensaba que esa actitud sería un hecho aislado fruto del mal trago que había pasado durante el parto, pero durante los siguientes días su carácter no mejoró demasiado. Su preocupación constante por la niña hizo que me dejara a mí de lado e incluso que no me tratara tan bien como solía hacer antes de que nos convirtiéramos en padres.
    
    No era fácil asumir ese cambio, pero quise interpretarlo como amor de madre, ya que yo también sentía que sería capaz de hacer cualquier cosa por Sheyla. Nunca recuperamos la buena sintonía del primer año, aunque con el paso del ...
«1234...8»