Papá cuidará de ti - Relatos Eróticos

Papá cuidará de ti

... espiando.

- Sheyla, no me obligues a hacer esto.

- Tienes que hacerlo si queremos que el negocio salga bien.

Había demasiado un juego como para que nos pusiéramos a discutir, así que hice caso a Sheyla y volví a colocarme detrás de la puerta para intentar hacer una foto que pareciera robada. Mi hija se desnudó de cintura para arriba y se quedó esperando a que la fotografiara, pero lo que vi me dejó demasiado impactado para seguir como si nada.

Sin llegar a ser exagerados, los pechos de mi hija eran grandes y tenían una firmeza increíble. No quería mirarlos, pero la vista se me iba de manera instintiva. Hice unas cuantas fotos y me fui de allí, avergonzado y sintiéndome como un auténtico monstruo. Una vez que las tuve fui a encontrarme con ese hombre, que pagó incluso antes de verlas.

- ¿No las vas a mirar?

- Cuando llegue a casa.

- ¿Y si en ese sobre no está lo que me has pedido?

- Estás demasiado desesperado para jugármela.

- Ya tienes lo que quieres, ahora déjame en paz.

- De eso nada, esto acaba de empezar.

- ¿Qué quieres ...

... ahora?

- Quiero un vídeo de Sheyla masturbándose.

- Eres un ser despreciable.

- Lo sé, pero puedo ofrecerte el triple de la última vez.

- Es imposible que la pille haciendo eso.

- Pues tendrás que buscarte la vida para conseguirlo.

Era muchísimo dinero, pero no había ninguna opción de que le consiguiera ese vídeo... o al menos eso pensaba yo. Cuando volví a casa, Sheyla me estaba esperando para saber cómo había ido el intercambio. Le di su parte del dinero y le dije que ya nos podíamos olvidar del asunto. Mi hija, lista como ella sola, quería saber que le estaba ocultando.

- Quiere un vídeo tuyo tocándote.

- ¿Cuánto ofrece?

- Nada, no lo vas a hacer.

- ¿Cuánto?

- Nueve mil.

- Hay que hacerlo.

- Ni lo sueñes.

- Es demasiado dinero.

- Yo no pienso implicarme en algo así.

- Tienes que ser tú el que grabe.

- Prometí que te cuidaría siempre.

- Hacer negocios al margen de mamá es la mejor manera de cuidarnos mutuamente.

- Piénsatelo bien, Sheyla.

- Saca el móvil, que voy a abrirme de piernas.

Continuará...