Yulia II
Fecha: 03/06/2025,
Categorías:
Transexuales
Autor: Zorro Vikingo, Fuente: TodoRelatos
... con "el indio", un tipo grande, vestido todo de negro, que siempre estaba en los reservados del fondo, me explicó. Me dijo que le pidiera de parte de la rusa "pitufos en la nieve". "Dilo así", me insistió. Olía un poco a alcohol ella. ¿Bebía mientras trabajaba? Bueno, al fin y al cabo, era una discoteca, y era de su tío. "Seguramente no querrá dártelo", continuó, "pero tienes pinta de dar buenas vibraciones a la gente". Todo eso me sonaba muy raro, ¿a drogas?, y con esa cara de extrañado la miré, me hizo un gesto para que me fuera y fui a ver.
Andando entre la gente pensé que volvía a parecer el tonto enamorado de quince años que hace cualquier cosa por gustarle a una chica. Efectivamente en unos sillones al fondo había un tipo grande, muy grande, rapado, musculoso y muy tatuado. Si no fuera porque me lo había dicho ella y estaba allí sentado como si nada, pensaría que podría haber sido un seguridad de la discoteca, o un boxeador famoso, quizá. Estaba sentado con dos chicas muy follables que me miraron con una cara de asco cuando me acerqué. ¿Tendrían esa misma cara cuando este tipo enorme las follaba?
- Vuelve y dile que venga ella -me miró de arriba a abajo el tipo con frialdad.
- No puede, por eso me manda -esto parecía que no iba a acabar bien.
- Me debe mucho, anda, y que le den por culo, que eso le gusta -las chicas rieron su estupidez.
- Pero... -intenté decir.
- ¿No me has oído? -se levantó el tipo enorme frente a mí- ¿Con quién crees que hablas? ...
... -amenazó.
Yo siempre he tenido demasiada imaginación, incluso para defenderme en situaciones como esa. O le convencía o me llevaba un buen lio, pero ¿porque iba a ponerme en esa situación? ¿Por ella? Definitivamente me iba a volver loco.
- Calma, yo solo soy un mandado, pero soy amigo de su tío, le ayudo con las cuentas -el tipo era grande, yo le hablaba a su cuello- y tengo entendido que tu negocio funciona aquí porque su negocio funciona contigo también, y los favores con favores se pagan -le miré a los ojos.
Estaba intentando que no se notara lo nervioso que estaba por mi mentira cuando de repente alguien me tocó el hombro. "¿Va todo bien, tío?". Era Matías uno de mis amigos. Matías miró al indio y me dijo que iban a por un trago y a otra sala, pero les dije que fueran sin mí y desapareció entre la gente.
- Tiene cojones la cosa -prosiguió el indio esbozando una sonrisa-, dile que yo también me cobraré favores entonces si la próxima no es con dinero -pidió atrás con la mano sin dejar de mirarme y me dio un pequeño envoltorio que sacó del bolso una de las chicas follables.
Volví a buscar a Yulia tan rápido como pude sin mirar atrás, pero antes quería ver que era. Yo no era dado a las drogas, pero pastillas y cocaína es lo que parecía. Puse el envoltorio sobre la barra bajo mi mano para que no se viera y ella lo cogió enseguida y lo examinó discretamente.
- Joder, no me equivocaba contigo -su cara era de felicidad-, ¿cómo lo has hecho? Espera, no me lo digas, ...