Yulia II - Relatos Eróticos

Yulia II

... no quiero saberlo -un pequeño beso húmedo y lascivo fue el premio a corto plazo.

Y yo con el corazón a mil, por la situación de antes y por ella ahora. Cogí mi copa. "Espera", dijo. y metió una de las pastillas en la copa con un gesto para que me la bebiera toda. Lo hice y ella se fue para volver unos minutos después con otra chica que dejó a cargo en la barra. Me cogió de la mano y me sacó de esa pista hasta el baño de mujeres. Un par de chicas que salían nos vieron entrar en uno de los cubículos.

Me empujó dentro, cerró y me besó contra la pared mientras manoseaba mi paquete. Me entró mucho calor de repente. Y yo pensaba como había pasado Yulia de no querer nada conmigo a quererlo todo tan directamente como la última vez. Ella decidía, hacía y deshacía sin criterios fijos. O empezaba a entenderla mucho o cada vez menos. Su lengua era imposible de seguir, me comía la boca con ganas.

Me estaba entrando muchísimo más calor y una euforia muy grande. ¿Sería lo que me puso en la copa? La empujé a la otra pared sin dejar de comernos y le metí mis manos agarrando fuerte sus tetas. Ella jadeaba mucho y me volvió a empujar a la otra pared. Si alguien escuchaba fuera debía ser un espectáculo. Me desabrochó los pantalones y los bajó rápidamente hasta los pies. Mi polla saltó durísima del bóxer y ella la recorrió con la lengua hasta los huevos. Se los metía en la boca mientras me masturbaba.

De repente escuchamos fuera a Vanesa preguntando a otra chica si sabía dónde estaba ...

... la rusa. Ella me sujetó el pecho con una mano contra la pared y con la otra hizo un gesto de silencio. Yo la miré asintiendo y ella volvió a lo que estaba haciendo. Yo solo veía su cabello rojizo y la polla me iba a explotar, el corazón me iba a explotar, los huevos me iban a explotar. ¿Qué me había dado? Aquello era un sueño demasiado intenso.

- ¡Joder! -gritó Vanesa con fuerza en el baño de mujeres-. Si veis a la rusa decidle que vaya afuera que el loco de su ex la está liando -seguido de un golpetazo en la puerta del baño.

De repente Yulia se arregló las tetas y salió como una bala dejándome allí todo duro con los pantalones bajados. Me vestí rápido para poder seguirla, pero era imposible ya no estaba. Me sentía un poco mareado con las luces de la discoteca, de repente todo tenía muchos colores. Ella habría ido afuera, y yo tenía que encontrarla. Uno de mis amigos me paró de camino a la salida. "Luego vengo" me excusé rápido y salí de allí.

Al salir la vi en una esquina hablando con un tipo delgado y fibrado con camiseta de tirantes y muchos tatuajes. Joder, parecía la noche de los descerebrados tatuados y m estaba poniendo nervioso que Vanesa se había plantado para que no fuera a allí. ¿Ese era su ex? Eso me confirmó su amiga cuando de repente vimos que la cogía con fuerza de la cara. Eso no estaba bien y nadie hacía nada. Vanesa fue entonces a meterse parándome primero a mí.

El tipo apartó a Vanesa de un empujón sin contemplaciones. Entonces no aguanté más y ...